El mandatario expresó la noche del miércoles sus profundas condolencias a las familias de las víctimas del ataque mortal que dejó siete muertos, entre ellos un menor y una mujer, además de diez heridos, entre civiles y fuerzas de seguridad.
“Las organizaciones disciplinarias y de seguridad deben identificar y arrestar de inmediato a los líderes y autores de este incidente terrorista y entregarlos al Sistema Judicial para ser castigados”, ordenó Raisi.
Además, urgió a proporcionar todos los recursos para atender a los lesionados del atentado, uno de los cuales se encuentra en estado grave, según las autoridades locales.
El Departamento de Administración de Justicia de la provincia de Juzestán informó la misma noche que tres elementos principales de los incidentes y disturbios en Izeh (localizada en Juzestán) han sido arrestados.
La tragedia ocurrió cuando un grupo de hombres armados abrió fuego con rifles AK-47 contra civiles y fuerzas de seguridad, en el mercado central de Izeh.
Los hombres armados en motocicletas dispararon la misma noche del miércoles con fusiles contra una multitud en la localidad de Malek Shahr, un suburbio de la ciudad central de Isfahán. Este ataque también causó la muerte de dos personas y la herida de otras ocho, entre civiles y fuerzas de seguridad.
En las últimas semanas, Irán ha sido escenario de violencia callejera con el pretexto del fallecimiento de Mahsa Amini, quien perdió la vida en un hospital días después de que fuera detenida. Según informes oficiales, la joven padecía de enfermedades subyacentes.
Las autoridades iraníes denuncian el papel directo de EE.UU., Israel y algunos de sus aliados occidentales y regionales en los disturbios y avisan que los enemigos de la nación están utilizando el entorno creado para realizar actos terroristas, como lo ocurrido el pasado 26 de octubre en el santuario de Shah Cheraq en Shiraz (suroeste).
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