El secretario general de la Oficina de Derechos Humanos del Poder Judicial de Irán, Kazem Qaribabadi, ha informado este martes que se reunió en los últimos días con representantes de un centenar de países, de forma individual y colectiva, para darles a conocer sobre el papel “destructivo” de las redes sociales y algunos medios antiraníes en idioma persa, con sede en el extranjero, en la provocación de los recientes disturbios en Irán.
En declaraciones a los periodistas en Nueva York (EE.UU.), el alto funcionario iraní ha indicado que los medios occidentales promueven la violencia, inseguridad, delincuencia y la realización de actos terroristas en el país persa, y ha puesto como ejemplo los cientos de entrevistas de la cadena británica BBC e Iran International, financiada por Arabia Saudí, con miembros de grupos terroristas.
Qaribabadi ha señalado que, en esas reuniones, ofreció la versión correcta de los acontecimientos recientes en el país, aclarando lo que medios tendenciosos informan. Asimismo, ha cuestionado la postura de ciertos gobiernos occidentales que, por un lado, respaldan los disturbios, mientras que, por el otro, hasta el momento no se han pronunciado sobre el atentado terrorista del pasado 26 de octubre contra el sagrado mausoleo Shah Cheraq, en la ciudad iraní de Shiraz.
Además, ha instado a las delegaciones de otros países a obtener la información correcta sobre Irán de sus embajadas en Teherán (capital iraní) y ha alertado de que los medios antiraníes no son fuentes precisas y confiables.
“Las acciones de los medios de comunicación en idioma persa contra Irán son completamente contrarias a las leyes y los reglamentos [internacionales], y responsabilizamos al Gobierno británico en este sentido”, ha aseverado Qaribabadi para luego fustigar que “el papel de estos medios antiraníes no es menor que el de los grupos terroristas o miembros de estos grupos”.
En las últimas semanas, Irán ha sido escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, tras desplomarse en una estación de policía en Teherán. Desde el primer día de este lamentable deceso, los medios de comunicación occidentales hicieron de todo para culpar a la Policía de lo ocurrido, buscando desatar la ira de la gente contra el sistema de la República Islámica de Irán.
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