La gente ha salido a las calles otra vez este martes en diferentes ciudades de Irán, en el aniversario del martirio del Imam Reza (la paz sea con él), octavo Imam de los chiíes, en rechazo a la violencia registrada en los recientes disturbios que comenzaron tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
Los manifestantes portaron pancartas y corearon consignas contra los crímenes cometidos por los alborotadores que han infligido masivas pérdidas humanas y materiales, además de prender fuego al Sagrado Corán, las mezquitas y las banderas nacionales y quitar por la fuerza los velos de las mujeres en las calles.
Los congregados, de igual modo, han renovado su lealtad a los ideales de la República Islámica y las directrices del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Expertos califican las marchas progubernamentales en Irán de un mensaje a los enemigos del país persa, incluidos Estados Unidos y el régimen israelí, de que no van a poder someter a la República Islámica, convirtiéndola en un lacayo.
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Por su parte, decididas a proteger al pueblo, las autoridades iraníes han advertido una y otra vez que a los alborotadores les esperan fuertes castigos.
Es más, el Poder Judicial de Irán enfatiza la necesidad de dar una respuesta “con decisión y sin clemencia” a los elementos del vandalismo y promete garantizar la paz en el país.
En este sentido, una fuente de seguridad bien informada, citada el sábado por la agencia local de noticias Tasnim, informó que, con la vigilancia de los servicios de seguridad y la cooperación del pueblo, fueron identificados cerca de 1200 instigadores de los disturbios.
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