El gobernador de la mencionada urbe, Mohsen Davari, ha anunciado la noticia el viernes precisando que Mohamad Rasul Dust Mohamadi fue martirizado el miércoles en un ataque con arma blanca.
Davari ha agregado que se están realizando investigaciones para también identificar a los asesinos de Moslem Yavidi, integrante del Ejército a quien arrebataron la vida en la ciudad de Quchan.
El funeral de los dos mártires se llevará a cabo el domingo en Mashad, cerca del santuario sagrado del octavo Imam de los chiíes, Ali bin Musa al-Reza (la paz sea con él).
En los últimos días, Irán ha sido escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte de una mujer de 22 años, Mahsa Amini, en un hospital tras ser detenida por la Policía.
A pesar de que se aclararon las circunstancias de la muerte de Amini, las protestas violentas dieron lugar a ataques contra agentes de seguridad y actos de vandalismo contra bienes públicos, así como contra ambulancias y vehículos policiales.
Al menos cinco miembros del personal de seguridad han perdido la vida al intentar enfrentar los disturbios en Mashad (noreste), Quchan (noreste), Shiraz (suroeste), Tabriz (noroeste) y Karay (centro). Varios miembros de agentes también han resultado heridos.
El padre de Amini dejó claro el jueves que los alborotos no tienen nada que ver con su familia: “Nuestra única demanda es enfrentar y castigar a los perpetradores de la muerte de mi hija”, precisó.
Los disturbios han infligido daños a la propiedad pública. El Ministerio de Salud iraní anunció el jueves que más de 60 ambulancias han sido destruidas durante los disturbios.
Describiendo los ataques a las ambulancias como un acto inhumano y exigiendo que los manifestantes rindan cuentas, el Ministerio afirmó que la medida había interrumpido los servicios de salud de emergencia y el proceso de tratamiento de los pacientes.
Millones de iraníes han salido hoy viernes a las calles de todo el país para condenar la profanación de las santidades islámicas y los actos de vandalismo por parte de los alborotadores en los últimos días.
Las fuerzas de seguridad de la República Islámica han desarticulado un gran número de bandas terroristas que, con apoyo de actores extranjeros, entre ellos EE.UU., el régimen israelí, algunos países europeos y varios Estados reaccionarios regionales, buscaban generar el terror y poner en peligro la seguridad de la nación iraní.
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