El 3 de junio de 1989, el Imam Jomeini, el líder que guio la Revolución de Irán contra el régimen monárquico Pahlavi, falleció cuando había transcurrido una década de la Revolución Islámica y el establecimiento de la República Islámica.
Según un artículo emitido este domingo por la cadena iraní Press TV, el Imam Jomeini revolucionó el equilibrio de poder en Asia Occidental y lo restauró a escala internacional, elevando no solo al mundo musulmán y árabe, sino también la dignidad y el poder de todas las naciones oprimidas.
No obstante, este camino no se interrumpió con el fallecimiento del Imam, sino que, después de 43 años desde la Revolución Islámica (1979), “el legado de Jomeini sigue vivo en el crecimiento de la República Islámica y el liderazgo revolucionario de su sucesor, Seyed Ali Jamenei, que ha sido el pilar más fuerte en Asia Occidental en la lucha regional y global contra la arrogancia”, remarca el texto, escrito por Julia Kassem.
Al destacar que la revolución del Imam Jomeini restauró la dignidad y la postura de la causa palestina, de manera que únicamente acepta la resistencia hasta la victoria, ha elogiado que su sucesor perfeccionó estos factores y unió a todas las facciones de la Resistencia palestina que se han constituido en la mayor amenaza y desafío al régimen de Israel.
De hecho, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, al dirigir la República Islámica con tino diplomático, pero con una dignidad firme e inquebrantable, desafió la arrogancia global de la misma forma que el Irán revolucionario puso de rodillas a EE.UU. e Israel en múltiples frentes, indica el informe.
Refiriéndose a la situación de las mujeres, subraya que fue la revolución del Imam Jomeini la que restauró y defendió el papel de las féminas en la sociedad.
Luego, el ayatolá Jamenei ha seguido la postura del Imam y ha reafirmado una y otra vez el lugar que les corresponde a las mujeres en la sociedad como elemento vital y educador.
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