“Washington afirma que su máxima presión no impide el suministro de medicamentos y otras necesidades humanitarias en Irán, pero las sanciones bancarias elevan los precios de importación, bloquean las cadenas de suministro y crean una escasez mortal de medicamentos”, advierte Foreign Policy.
En un artículo publicado el miércoles, el rotativo estadounidense ha recordado que Washington publicó el pasado julio un vídeo dirigido al pueblo iraní, en el que el representante especial del Departamento de Estado de EE.UU. para Irán, Brian Hook, tachó de un “mito” el hecho de que las sanciones apuntaran el acceso de la nación persa a medicamentos.
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Sin embargo, prosigue el texto, las recientes investigaciones realizadas por un grupo de médicos en Irán han dejado en claro que los daños que se infligen a los pacientes iraníes no son un cuento chino.
Washington afirma que su máxima presión (contra Teherán) no impide el suministro de medicamentos y otras necesidades humanitarias en Irán, pero las sanciones bancarias elevan los precios de importación, bloquean las cadenas de suministro y crean una escasez mortal de medicamentos”, alerta la revista estadounidense Foreign Policy.
El documento explica, además, que el mundo integrado e interconectado de hoy depende de los sistemas bancarios y las redes comerciales dominantes por EE.UU., por lo que, lamenta, el Gobierno estadounidense puede usar las sanciones para causar daño a las relaciones económicas, políticas e incluso sociales en aquellos países que son objetivo de su mira.
A pesar de que las sanciones de EE.UU. se han diseñado de una manera que parece que no apuntan al acceso humanitario a alimentos y medicamentos, pero los embargos de Washington funcionan prácticamente como una “herramienta de guerra económica”, deplora el informe.
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Tras retirarse unilateralmente del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), nombre oficial del acuerdo nuclear, EE.UU. ha intensificado su campaña de presión económica contra la República Islámica y ha impuesto varias rondas de sanciones contra el país persa.
Por su parte, las autoridades iraníes califican de “crímenes de lesa humanidad” los embargos y las restricciones impuestas por Estados Unidos que afectan al suministro de medicamentos y al sector de la salud de Irán.
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