• Presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Irán, Alaeddin Boruyerdi.
Publicada: viernes, 13 de mayo de 2016 20:42
Actualizada: viernes, 13 de mayo de 2016 21:13

Arabia Saudí no está en posición de imponer condiciones a los peregrinos iraníes que buscan realizar los rituales religiosos del Hach, advierte un alto legislador iraní.

Es Irán el que debería establecer condiciones (al peregrinaje), dado que la historia nos ha mostrado que Arabia Saudí no es capaz de garantizar la seguridad de los peregrinos”, ha indicado este viernes el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Irán, Alaeddin Boruyerdi.

Según recalcó el legislador iraní, el régimen de Al Saud “carece de la aptitud para gestionar los ritos del Hach”, el peregrinaje más importante del Islam.

Es Irán el que debería establecer condiciones (al peregrinaje), dado que la historia nos ha mostrado que Arabia Saudí no es capaz de garantizar la seguridad de los peregrinos”, ha indicado el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Irán, Alaeddin Boruyerdi.

La condición de Irán, ha apostillado, es que sus peregrinos puedan realizar el Hach “en total seguridad”.

La República Islámica seguirá con seriedad el tema de los derechos de peregrinos iraníes, “no es aceptable la pasividad ante Arabia Saudí, y este país tiene que dar las garantías necesarias para la seguridad de nuestros peregrinos”, ha subrayado.

Un creyente musulmán durante los rituales del Hach en La Meca (Arabia Saudí).

 

Estos pronunciamientos del alto parlamentario iraní vienen un día después de que el Ministerio saudí para el Hach negara el bloqueo a la peregrinación de los iraníes, afirmando que las visitas tendrán que realizarse “dentro del sistema y la línea” trazados por esta cartera.

Si bien, el ministro de Cultura y Orientación Islámica de Irán, Mohamad Ali Yanati, dejó en claro el jueves que Irán no podría enviar peregrinos a Arabia Saudí para los rituales del Hach en el próximo mes de septiembre, ya que Riad se ha negado a resolver las cuestiones relativas a los visados y viajes de los iraníes.

Las tensiones entre Irán y Arabia Saudí se agravaron tras la ejecución en el país árabe del líder opositor, el prominente clérigo chií sheij Nimr Baqer al-Nimr en pasado enero, y la posterior ruptura de todas las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El tema de la seguridad y la concesión de visados para los peregrinos iraníes han sido dos puntos problemáticos en las negociaciones entre Teherán y Riad para el Hach de este año. Mientras Arabia Saudí sostiene que los peregrinos iraníes deben viajar a un país tercero para solicitar el visado, el país persa insiste en que la embajada de Suiza en Teherán (capital persa), que representa los intereses de Riad, desde la ruptura de las relaciones diplomática, proceda a tramitar los visados.

La porfía de Teherán para que Riad acepte sus propuestas, se debe, en gran medida, a la estampida ocurrida en Mina, una localidad cercana a La Meca (Arabia Saudí), durante los rituales del Hach en 2015, donde, según cifras oficiales de Teherán, murieron más de 2300 personas, entre ellos, 465 iraníes.

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