Según un reciente reporte del organismo de derechos humanos, basado en entrevistas a los familiares de las víctimas y en datos de la Defensoría del Pueblo, los efectivos policiales y militares atacaron mayormente a las poblaciones indígenas, la cual registró el mayor número de muertes.
También se denunció el uso indiscriminado de armas letales y no letales por parte de las fuerzas del orden en contra de los manifestantes. Como se sabe, las protestas en Perú dejaron un saldo de 60 muertos y decenas de heridos, y hasta la fecha, no se han hallado a los culpables.
Amnistía Internacional llevó a cabo una investigación en las regiones de Perú más golpeadas por la violenta represión estatal, y en su informe reveló que cuentan con evidencia para confirmar que tanto policías como militares hicieron uso ilegítimo de armas letales, lo cual acabó con la vida de los protestantes. También se destacó que en el país peruano existe un racismo sistémico hacia las comunidades indígenas, las cuales sufrieron la mayoría de muertes y violencia por parte de las fuerzas del orden.
Amnistía Internacional también reveló que las fuerzas del orden se ensañaron contra las poblaciones indígenas, las cuales han sido históricamente discriminadas.
Tras darse a conocer el informe de Amnistía Internacional, el Gobierno peruano negó cualquier tipo de violación de derechos humanos durante las manifestaciones, pese a las evidencias mostradas por el organismo.
Aunque las movilizaciones en Lima están en pausa, otras zonas del Perú como Trujillo, San Martín, Piura y Lambayeque anunciaron que retomarán las protestas. Mientras que en Puno, región donde se registró más muertes por la represión policial, la población continúa con el paro.
Aarón Rodríguez, Lima
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