“Hemos pedido una y mil veces: presenten las pruebas [de la corrupción], pero no las pueden presentar, simple y llanamente, porque no existen”, ha indicado Aníbal Torres durante un acto público en Tacna (sur) luego de que la Fiscalía abriera una nueva investigación contra el presidente, Pedro Castillo, por presuntos delitos de tráfico de influencias.
Torres ha puesto de relieve que “el presidente de la República ha deslindado tajantemente de la corrupción, venga de donde venga, incluso si proviene de sus familiares más cercanos”, ha añadido.
De este modo, ha pedido “no ampararnos en la libertad de prensa para agredir a las autoridades o para imputar responsabilidades sin pruebas”.
La Fiscalía de Perú acusó el miércoles a Castillo de liderar una presunta organización criminal dedicada a los ascensos indebidos de oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional afines al mandatario y decidió abrir una investigación contra el presidente por el delito de tráfico de influencias.
Debido a estas acusaciones, Castillo ha sido citado a declarar ante la Fiscalía el 4 de agosto. En este sentido, la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte, ha afirmado que el presidente sí asistirá a las citaciones de la fiscalía y ha señalado que espera “que las investigaciones sean objetivas y no se esté usando políticamente” en contra del Gobierno.
Castillo ha rechazado tales acusaciones y las considera como un acto antidemocrático y parte de los intentos por manchar su reputación. Es más, el jefe del Estado critica la actitud hostil del Congreso del país hacia los ministros de su gabinete.
Entretanto, el premier de Perú advirtió en abril que los congresistas a favor de la destitución de Castillo traman un golpe de Estado con apoyo de las Fuerzas Armadas del país.
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