Hemos decretado el estado de emergencia por 60 días. Obviamente, si el orden se restablece antes, podemos levantar antes el estado de emergencia. No es un interés del Estado mantener estados de emergencia”, explica Humala.
“Hemos decretado el estado de emergencia por 60 días. Obviamente, si el orden se restablece antes, podemos levantar antes el estado de emergencia. No es un interés del Estado mantener estados de emergencia”, ha explicado Ollanta Humala este sábado.
Durante una conferencia de prensa, el mandatario peruano ha afirmado que su Gobierno hizo todo lo posible a fin de no declarar el estado de emergencia, ya que fue una situación inevitable tras la muerte de una persona durante las protestas.
El Gobierno de Perú declaró el viernes el estado de emergencia en Islay, luego de un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y la policía que se cobró la vida de una persona de 55 años, quien murió, según los manifestantes, de un balazo en el pecho.
Como consecuencia de los choques durante las protestas, que comenzaron el pasado 23 de marzo, han perdido la vida otros dos civiles y un policía.
Tenemos que garantizar la vida en comunidad en paz. Todos tenemos derecho a pensar diferente, para eso está el estado de derecho. (...) Queremos el restablecimiento del orden público y la paz, a fin de poder restablecer la normalidad en esta provincia del país que tanto quiero”.
Asimismo, al lamentar los violentos hechos de ayer, viernes, ha declarado que se vieron obligados a decretar el estado de emergencia “para proteger a la población”.
“Tenemos que garantizar la vida en comunidad en paz. Todos tenemos derecho a pensar diferente, para eso está el estado de derecho. (...) Queremos el restablecimiento del orden público y la paz, a fin de poder restablecer la normalidad en esta provincia del país que tanto quiero”, ha aseverado.
Los pobladores de la provincia de Islay protestan contra el proyecto cuprífero Tía María, que gestiona la empresa Southern Peru, filial de la mexicana Southern Coppersouthe, argumentando que afectará su agricultura y contaminará la zona. Sin embargo, la empresa alega que usará agua de mar desalinizada en sus operaciones.
Southern Copper contempla la inversión de unos 1400 millones de dólares para este proyecto, que espera producir 120.000 toneladas métricas anuales de cátodos de cobre a partir del inicio de sus operaciones.
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