Mediante un mensaje emitido este sábado en su cuenta de X, el Drop Site News, ha informado que los soldados israelíes reforzaron las medidas de seguridad en torno a la Ciudad Vieja, estableciendo puestos de control y restringiendo el acceso de fieles y visitantes al lugar sagrado para observar la vigilia del Sábado Santo.
Los videos mostraron a la policía israelí irrumpiendo en la plaza de la iglesia y agrediendo a los fieles en su interior, desalojando por la fuerza a visitantes y creyentes.
Incluso un alto cargo del clero, entre ellos el representante del Vaticano, fue detenido y rechazado.
El Sábado Santo, también conocido como sábado Grande y Santo, conmemora el momento en que Jesús yacía en su tumba después de su crucifixión, y se celebra un día antes de Pascua, el día más sagrado del cristianismo.
Los cristianos creen que la Iglesia del Santo Sepulcro, ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este, es el lugar de la crucifixión, entierro y resurrección de Jesús.
La última represión se produce unos días después de que Israel impidiera a decenas de miles de palestinos de la Cisjordania ocupada entrar en Al-Quds (Jerusalén), para celebrar la festividad del Domingo de Ramos.
La agencia de noticias palestina WAFA informó el lunes que las fuerzas israelíes emitieron solo 6000 permisos para los cristianos de Cisjordania, aunque la población supera los 50 000.
Los líderes de la iglesia han respondido cancelando las celebraciones públicas de Pascua, citando el genocidio israelí en curso en la asediada Franja de Gaza y los ataques en Cisjordania.
Desde que el gabinete israelí más derechista llegó al poder en 2022, los incidentes contra los cristianos en Al-Quds se han vuelto más violentos y comunes.
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