El sábado, manifestantes condenaron a la administración estadounidense por reprimir a partidarios y activistas palestinos. Los estudiantes propalestinos exigieron la liberación inmediata de Suri y Jalil, en una protesta organizada por el grupo Estudiantes por la Justicia en Palestina.
Suri, investigador postdoctoral en estudios sobre paz y conflictos en la Universidad de Georgetown en Washington, fue trasladado el jueves a un centro de detención en Luisiana.
Hassan Ahmad, abogado de Suri en Virginia, declaró en un expediente judicial que Suri fue atacado debido a la “identidad de su esposa como palestina y a su discurso protegido constitucionalmente”.
Suri y su esposa, Mapheze Saleh, “han sido expuestos y difamados durante mucho tiempo”, según afirma el expediente judicial.
Mahmud Jalil, quien posee una tarjeta verde, fue arrestado por funcionarios de inmigración y acusado por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, de apoyar al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) tras organizar protestas en la Universidad de Columbia contra el régimen israelí.
La administración Trump ha argumentado que Jalil podría ser deportado, señalando que los derechos de libertad de expresión no se extienden a un ciudadano no estadounidense.
Una ola de manifestaciones ha estallado en todo Estados Unidos, protagonizada por activistas propalestinos, estudiantes e inmigrantes provenientes del Líbano y Palestina.
El 15 de marzo, el fiscal general adjunto Todd Blanche declaró que "ya era hora" de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos investigara las protestas en la Universidad de Columbia sobre Gaza por violaciones de las leyes federales contra el terrorismo.
Blanche señaló que la investigación forma parte de la “misión de la administración Trump para erradicar el antisemitismo en el país”.
Durante el año académico anterior, las universidades y colegios estadounidenses se convirtieron en un foco de protestas estudiantiles a favor de Palestina, lo que desencadenó una importante ola de manifestaciones en universidades de todo el mundo, donde cientos de estudiantes pidieron a sus universidades que desinvirtieran en empresas que tienen vínculos con el régimen israelí.
La policía estadounidense arrestó a más de 3000 estudiantes, profesores y miembros del personal docente después de acusar a los activistas involucrados de “antisemitismo” y “terrorismo”, y los administradores escolares amenazaron a algunos líderes de la protesta con la suspensión y la libertad condicional académica.
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