Por Alireza Akbari
En su discurso de Año Nuevo, que comenzó a las 10 AM, el ayatolá Jamenei abordó una variedad de temas, incluyendo los eventos clave del año pasado, el lema de este año, los recientes desarrollos políticos y los asuntos regionales relacionados con el Eje de la Resistencia.
Ofreció orientación invaluable a la población iraní, a los funcionarios del gobierno y a las instituciones, destacando asuntos tanto de política interna como de política exterior del país.
El Líder felicitó a la nación por el nuevo año, 1404, señalando que las celebraciones de Noruz de este año tienen un significado espiritual más profundo debido a su coincidencia con el mes sagrado de Ramadán y la conmemoración del martirio del Imam Ali (AS).
Enfatizó que los iraníes consideran a Noruz como una ocasión profundamente espiritual, que comienza cada año con oraciones solemnes.
El ayatolá Jamenei expresó que, a pesar de la propaganda hostil del enemigo que busca alejar a los iraníes de la espiritualidad, tales esfuerzos han fracasado. En cambio, ha habido una creciente inclinación entre los iraníes hacia la espiritualidad y una devoción más profunda hacia el Ahlul Bayt (P), la santa descendencia del Profeta Muhamad (P).
El Líder de la Revolución Islámica describió al Imam Ali (P) como el pináculo de la justicia, la piedad y el perdón, instando a las naciones musulmanas a extraer lecciones de su vida mediante el estudio de Nahy al-Balaqa, la recopilación de dichos y sermones del primer Imam chií. Hizo un llamado específico a los funcionarios y las instituciones culturales del país para que prestaran especial atención a este texto tan significativo.
Al hablar sobre el poder de la oración, el Líder de la Revolución Islámica destacó que los jóvenes, a través de la oración, tienen la capacidad no solo de forjar su propio destino, sino también de influir en el destino de toda una nación. Afirmó que las oraciones son escuchadas y respondidas, y las describió como un camino hacia el éxito tanto en esta vida como en la vida futura.
Refiriéndose al enfrentamiento del profeta Moisés con el faraón, el ayatolá Jamenei relató que Dios instruyó a Moisés a mantenerse firme, lo que finalmente condujo al triunfo de la verdad, a pesar de la aparentemente imposible batalla entre sangre y espadas. Estableció un paralelo con las luchas contemporáneas entre la verdad y la falsedad, subrayando que, aunque la verdad prevalece al final, la victoria llega a costa de sacrificios.
🇮🇷 La República Islámica nunca ha iniciado un conflicto, pero si alguien comete un acto hostil contra el país y libra una confrontación, debe saber que recibirá severas bofetadas. pic.twitter.com/icUYO9z0DE
— HispanTV (@Nexo_Latino) March 21, 2025
Mencionó la Defensa Sagrada de ocho años, reconociendo el reconocimiento global de la victoria de Irán, al mismo tiempo que destacó el alto precio pagado en forma de martirio.
En la segunda parte de su discurso, el Líder elogió la paciencia, resiliencia, valentía y coraje de la nación iraní frente a los desafíos del año pasado. También señaló la impresionante participación pública durante el cortejo fúnebre del fallecido presidente Ebrahim Raisi, quien fue martirizado en un accidente aéreo en abril, destacando la unidad y fortaleza de la nación.
El ayatolá Jamenei describió las oraciones congregacionales del viernes 4 de octubre de 2024 como un evento histórico, enfatizando que, a pesar de las amenazas de los adversarios que intentaban intimidar al público, el pueblo iraní acudió en gran número a participar. Esta oración del viernes, dirigida por el propio Líder de la Revolución Islámica, contó con una asistencia entusiasta del público. Tuvo lugar en medio de la agresión del régimen ocupante contra Gaza, Líbano y Yemen, tras el asesinato del líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, y varios otros líderes y comandantes de Hezbolá.

También elogió a las autoridades pertinentes por haber celebrado las elecciones presidenciales a tiempo, dentro de los 50 días establecidos, así como por la formación de un nuevo gobierno, lo que constituye un testimonio de la activa presencia del pueblo.
El presidente Ebrahim Raisi y el ministro de Relaciones Exteriores Hosein Amir Abdolahian fueron martirizados en un accidente de helicóptero en el noroeste de Irán el 20 de mayo de 2024, lo que dio lugar a masivos cortejos fúnebres, a los que asistieron millones de personas en Teherán, Tabriz y Mashad.
Posteriormente, se celebraron las elecciones presidenciales del 14º mandato el 5 de julio de 2024, resultando en la elección de Masoud Pezeshkian como nuevo presidente, quien sucedió al mártir Raisi.
El ayatolá Jamenei también destacó la abrumadora participación pública en las manifestaciones del 10 de febrero, que marcaron el 46º aniversario de la Revolución Islámica, como otra poderosa demostración de la presencia de la nación iraní en el escenario nacional.

Durante estas manifestaciones, personas de todo Irán llevaron banderas de la República Islámica y de los grupos de resistencia palestinos y libaneses, expresando un apoyo unificado hacia la República Islámica mientras coreaban consignas contra Estados Unidos y el régimen israelí.
El ayatolá Jamenei destacó que, a pesar de las dificultades económicas, la fuerte presencia del pueblo reflejaba su continuo compromiso y apoyo a la República Islámica, lo que influyó significativamente en las percepciones del enemigo.
El Líder también subrayó el papel activo del pueblo iraní en el desarrollo, la reconstrucción y el progreso del país, destacando su dinamismo y entusiasmo en estos campos.
Refiriéndose a los lemas de los últimos años, como "Salto de Producción", y la importancia de la participación pública en las actividades productivas, enfatizó el papel fundamental de la producción nacional en la mejora de los medios de vida de la población.
Destacó que la producción requiere inversión, pero no inversión extranjera, sino la correcta utilización de la liquidez que actualmente está en manos de la gente.
“Esta liquidez puede ser dirigida hacia el progreso del país y el impulso de la producción”, declaró el Líder en su discurso anual.
Añadió que las personas, los funcionarios y los emprendedores deben contribuir a la producción, incluso a pequeña escala, según sus capacidades.
Al hablar sobre el papel del gobierno para lograr los objetivos de este año, el Líder afirmó: “La responsabilidad del gobierno es crear condiciones adecuadas y planificar eficazmente para lograr este objetivo”.
Dirigiéndose a las instituciones regulatorias del país, subrayó que la seguridad en las inversiones es crucial, instando a las autoridades a mantener leyes y regulaciones estables para garantizar la confianza de los inversionistas.
El Líder de la Revolución Islámica también identificó la agilización de los procedimientos de inversión como otra responsabilidad crítica de los funcionarios, haciendo hincapié en la necesidad de “reducir los intermediarios”.
Además, advirtió que la importación simultánea de productos que ya se producen localmente daña las industrias nacionales.
Hizo un llamado a los organismos gubernamentales para que delinearan claramente las oportunidades de empleo al público, reiterando que fortalecer la producción nacional sigue siendo una de las soluciones más fundamentales para mejorar los medios de vida de las personas.
En la parte final de su discurso, dirigiéndose a los políticos estadounidenses, el ayatolá Jamenei advirtió que Estados Unidos no lograría nada a través de amenazas contra Irán.
“Si cometen cualquier acto malintencionado contra Irán, recibirán una fuerte bofetada,” declaró.
También criticó a los responsables de la política estadounidense por sus errores de cálculo en la región, rechazando la noción de que los movimientos de resistencia operan como proxies de la República Islámica.
“La República Islámica no necesita proxies,” enfatizó, añadiendo que fue la motivación del propio pueblo yemení lo que los llevó a oponerse a la hostilidad y las acciones maliciosas del régimen sionista.
El ayatolá Jamenei señaló las protestas generalizadas contra el régimen sionista, afirmando: “Este régimen ha causado un sufrimiento profundo a muchas naciones, pero los funcionarios occidentales se niegan a reconocer estas manifestaciones”.
También hizo referencia al creciente apoyo propalestino en las universidades estadounidenses, criticando la amenaza de la administración de Trump de recortar fondos.
La administración de Trump amenazó con retener fondos federales a universidades, incluida la Universidad de Columbia, en respuesta a las protestas propalestinas en los campus.
El ayatolá Jamenei concluyó reafirmando el apoyo de la República Islámica a los combatientes de la resistencia palestina y libanesa, declarando que Irán nunca ha sido el iniciador del conflicto, pero está preparado para cualquier eventualidad.
Advirtió que “si se toman acciones malintencionadas contra la República Islámica, recibirán una fuerte bofetada”.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.