El régimen de Israel anunció el pasado domingo que cortaría el suministro de alimentos y otra ayuda humanitaria a Gaza en un intento de presionar a HAMAS para que libere a más retenidos e imponga nuevas condiciones a la extensión del alto el fuego, un día después de la conclusión de la primera fase del acuerdo.
Posteriormente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros grupos de ayuda humanitaria acusaron a Israel de violar el derecho internacional al bloquear el flujo de ayuda humanitaria a Gaza y afirmaron que Israel está utilizando una vez más el hambre como arma de guerra.
HAMAS, que ha alertado de las consecuencias del nuevo bloqueo impuesto por el régimen sionista, avisó este sábado que los retenidos israelíes en la Franja de Gaza son también víctimas de la situación.
Además de los palestinos que viven en Gaza, los retenidos israelíes aún en manos del HAMAS “también están afectados por la falta de comida, medicamentos y atención médica”, se lee en un comunicado emitido por el movimiento palestino.
Según la nota, Israel “exacerba la catástrofe humanitaria que causa en la Franja de Gaza cometiendo el crimen de guerra de castigo colectivo a través del hambre y la privación de bienes de primera necesidad por séptimo día consecutivo”.
El 19 de enero, se hizo efectivo el acuerdo de alto el fuego entre HAMAS y el régimen sionista, que incluye tres fases, cada una con una duración de 42 días. Estuvo previsto que durante cada fase se negocie la implementación de la siguiente etapa del acuerdo.
Aunque estaba previsto que las negociaciones para la segunda fase comenzaran el día 16 de la primera fase (3 de febrero), el primer ministro del régimen sionista, Benjamín Netanyahu, lo impidió, ya que solo busca extender la primera fase, algo a lo que HAMAS se ha opuesto.
La primera fase del acuerdo terminó el pasado sábado sin que se alcanzara un acuerdo para avanzar a la segunda fase, y el régimen sionista está obstaculizando la implementación de esta etapa, que incluye la retirada total de las fuerzas ocupantes de Gaza.
En la actualidad, de los 251 israelíes llevados por HAMAS a Gaza el 7 de octubre de 2023 durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, 58 siguen retenidos en Gaza y 34 han sido declaradas muertas por el ejército israelí.
La primera fase de la tregua, que terminó el 1 de marzo, permitió la liberación de 33 rehenes, entre ellos ocho fallecidos, a cambio de unos 1800 palestinos detenidos.
El viernes, más de 50 exretenidos israelíes en la Franja de Gaza pidieron a Netanyahu que aplique “en su totalidad” el alto el fuego para permitir la liberación del resto de los cautivos.
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