Lápidas en ruinas, tierra removida e incluso cadáveres desenterrados forman parte de la estela de terror dejada por el ejército de la entidad sionista durante la campaña militar contra el sitiado enclave palestino.
El medio estadounidense ha examinado y divulgado imágenes satelitales y fotos publicadas en redes sociales que muestran la destrucción de cementerios y revelan una práctica sistemática de las fuerzas militares del régimen de ocupación en su avance por Gaza.
Fuerzas de ocupación israelíes destruyen un cementerio y roban a cadáveres en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza. pic.twitter.com/dDCdIwDkjU
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) January 17, 2024
La destrucción intencionada de lugares religiosos, como los cementerios, viola el derecho internacional, excepto en circunstancias muy limitadas relacionadas con el hecho de que el lugar se convierta en un objetivo militar, y expertos jurídicos dijeron a CNN que los actos de Israel podrían constituir crímenes de guerra.
Según la publicación, la entidad sionista ha justificado esta práctica al afirmar que el rescate de los cautivos israelíes capturados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), y la búsqueda y devolución de sus cuerpos es una de sus misiones en Gaza, razón por la cual se retiraron cadáveres de algunas tumbas para su identificación.
Sin embargo, las pruebas revelan que el ejército israelí parece haber utilizado los cementerios como puestos militares avanzados.
El análisis de CNN de imágenes de satélite y videos mostró que excavadoras israelíes convirtieron varios cementerios en lugares para posicionarse, nivelando grandes franjas y erigiendo estructuras para fortificar sus posiciones.
Sudáfrica ha planteado la destrucción de cementerios en Gaza por las tropas sionistas como parte de su demanda ante la Corte Internacional de Justicia contra el régimen de Tel Aviv por genocidio contra el pueblo palestino.
Israel desató una guerra genocida contra la Franja de Gaza como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre pasado por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino.
Los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación contra el sitiado enclave costero han dejado un saldo fatal de alrededor de 25 000 muertos, en su mayoría, niños y mujeres, y más de 62 000 heridos, de acuerdo con estimaciones oficiales.
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