Los hechos violentos tuvieron lugar el viernes en la aldea de Beit Dajan, al este de la ciudad cisjordana de Nablus, así como en la ciudad de Beita, donde los militares israelíes dispararon balas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes en la zona.
Al menos 22 manifestantes palestinos resultaron heridos como consecuencia de las agresiones israelíes contra la multitud que denunciaba los planes del régimen de Israel para expandir los asentamientos ilegales en las tierras palestinas, según informó la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina.
Mientras tanto, tres palestinos también sufrieron lesiones por disparos de balas de goma por los soldados israelíes y decenas más sufrieron problemas respiratorios por inhalar gases lacrimógenos lanzados por las tropas israelíes contra los participantes en una protesta semanal en la aldea de Kafr Qadumen, al este de la ciudad Qalqilya.
Murad Shteiwi, un portavoz de Qalqilya, dijo que las tropas israelíes agredieron físicamente a Mohamad Nedal, de 25 años, y lo arrestaron durante los enfrentamientos.
Más de 600 000 israelíes ocupan unos 230 asentamientos construidos ilegalmente desde la ocupación de Cisjordania y el este de Al-Quds por Israel.
La mayoría de los países y organizaciones internacionales considera ilegales los asentamientos que Israel ha construido y sigue levantando en los territorios ocupados desde la guerra de los Seis Días en 1967. No obstante, el régimen de Tel Aviv hace caso omiso a las denuncias y sigue con su plan expansionista.
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