Los policías israelíes reprimieron el domingo a los manifestantes palestinos en el barrio de Sheij Yarrah, en el este de Al-Quds, que protestaban contra la apertura de una oficina de un diputado israelí de ultraderecha en la zona, lo que atizó las tensiones.
Las fuerzas de ocupación usaron cañones de agua para dispersar a los congregados. La represión dejó 31 heridos y 12 detenidos.
La Autoridad Palestina condenó la apertura de la oficina y afirmó que se trataba de una “provocación que amenaza con empeorar la situación”, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores palestino.
“Esas provocaciones irresponsables y cualquier otro acto de escalada en ese sector sensible atizarán las tensiones, deben cesar”, señaló en Twitter la misión de la Unión Europea (UE) en los territorios palestinos.
The residents of Sheikh Jarrah are confronting an intensifying, coordinated effort of settler and police violence in the past hours.
— Mohammed El-Kurd (@m7mdkurd) February 13, 2022
An Israeli politician set up his “office,” in the Salem family’s front yard. The family faces imminent homelessness come March. #SaveSheikhJarrah pic.twitter.com/vTdbbxIgBZ
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) advirtió de las consecuencias de continuar jugando con fuego, y llamó a mantener las movilizaciones para apoyar a los habitantes de Sheij Yarrah.
“Advertimos a la ocupación [régimen de Israel] de las consecuencias de continuar con estos ataques, que son similares a jugar con explosivos que estallarán en su propia cara”, indicó.
Sheij Yarrah ha sido escenario de frecuentes represiones por parte de la policía israelí, pues los palestinos protestan por la amenaza de expulsión de decenas de familias palestinas de sus hogares.
Desde que Israel ocupó el este de Al-Quds en 1967, los colonos israelíes han reclamado la propiedad de las tierras de Sheij Yarrah y han presentado múltiples demandas para desalojar a los palestinos del área.
Mientras tanto, la mayor parte de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes son ilegales, según el derecho internacional, debido a su construcción en territorio ocupado.
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