Ofer Cassif, un miembro judío del parlamentario israelí, fue golpeado el viernes por los policías en una manifestación contra la expansión de un asentamiento en el barrio palestino de Sheikh Jarrah, en Al-Quds (Jerusalén).
Agentes de policía se enfrentaron con los manifestantes y golpearon en el rostro a Cassif mientras la amenaza de desalojo se agudizaba para varias familias palestinas. Esta protesta atrajo a una multitud más grande que en las semanas anteriores, pidiendo que se detuviera el desalojo de los residentes palestinos.
“Los agentes se están volviendo locos. No dejan que la gente se manifieste. Les dijeron que yo era miembro del parlamento, y contestaron que no les importaba […] y comenzaron a golpearme. Están aquí para proteger a los colonos que se están apoderando de las casas. Es una vergüenza”, dijo Cassif a los periodistas tras el incidente.
El portavoz de Cassif, Itai Aknin, indicó a la agencia francesa de noticias AFP que el legislador herido requirió atención médica y fue trasladado al hospital. Todo esto ocurrió, a pesar de que la manifestación se desarrolló de manera “pacífica” antes de que llegara la policía.
En los últimos años, el régimen israelí ha acelerado la construcción y la ampliación de las colonias ilegales en los territorios ocupados palestinos, impulsando las agresiones a los palestinos, violando así el derecho internacional y los derechos humanos de esa nación oprimida. Es más, reprime con brutalidad las manifestaciones del pueblo palestino.
Aprovechando el mutismo de la comunidad internacional, los colonos israelíes, que cuentan con el apoyo incondicional de las fuerzas del régimen de Tel Aviv, también cometen actos hostiles contra el pueblo palestino.
En un informe publicado en pasado marzo, la Oficina Central Palestina de Estadística (PCBS, por sus siglas en inglés) informó que, actualmente, “la ocupación israelí ha tomado por la fuerza más del 85 % del área total de Palestina histórica”.
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