Casi el mundo entero, incluidas la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), han condenado el uso de la fuerza excesiva por Israel durante la Gran Marcha del Retorno en el enclave costero, en la cual 17 palestinos perdieron la vida y más de 1470 resultaron heridos.
La ONU y el bloque europeo han pedido la apertura de una investigación “independiente y transparente” sobre los hechos e instan a Israel a cumplir sus responsabilidades en conformidad con los derechos humanos.
No obstante, este domingo el ministro de asuntos militares de Israel, Avigdor Lieberman, se ha opuesto a cualquier investigación al respecto, al tiempo que ha tachado de “hipócritas” las demandas internacionales.
“No habrá comisión de investigación, ni cooperaremos con ninguna comisión de investigación”, ha afirmado Lieberman en la radio pública de Israel.
El funcionario israelí, igual que el primer ministro de este régimen, Benyamin Netanyahu, ha elogiado la actuación de las fuerzas de guerra israelíes, afirmando que hicieron “lo que era necesario y merecen una medalla”.
Lieberman incluso ha llegado a amenazar con adoptar medidas militares más fuertes y más violentas contra los manifestantes palestinos, “especialmente si alguno de ellos intenta cruzar la valla fronteriza” entre la sitiada Franja de Gaza y los territorios ocupados.
No habrá comisión de investigación, y no cooperaremos con ninguna comisión de investigación”, ha afirmado el ministro de asuntos militares de Israel, Avigdor Lieberman, rechazando los llamados internacionales para realizar una investigación independiente sobre la matanza de manifestantes palestinos en Gaza.
La fuerte represión militar israelí contra los gazatíes ha continuado durante el sábado y hoy domingo. De hecho, ayer sábado, más de 70 palestinos resultaron heridos por los disparos de balas reales de los soldados israelíes cuando celebraban los funerales de las víctimas del viernes.
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