Publicada: domingo, 10 de noviembre de 2024 23:27

Tras los disturbios en Ámsterdam causados por fans del Maccabi Tel Aviv, los medios occidentales exoneraron a los alborotadores y criminalizaron a los activistas neerlandeses.

Por: Alireza Akbari

Después de las escenas de caos y conmoción en las calles de Ámsterdam, instigadas por los aficionados del Maccabi Tel Aviv a principios de esta semana, los medios de comunicación occidentales se sumaron rápidamente al discurso dominante, exonerando a los alborotadores mientras retrataban a los activistas antimilitaristas neerlandeses como agresores.

Videos virales en las redes sociales capturaron los eventos previos y posteriores al partido de la UEFA Europa League entre el Maccabi Tel Aviv y el Ajax, mostrando a los hooligans israelíes provocando a los manifestantes antimilitaristas en el centro de Ámsterdam, cantando consignas racistas mientras se dirigían al estadio Johan Cruyff Arena.

El comisionado de la policía de Ámsterdam también informó que los seguidores del Maccabi Tel Aviv agredieron a un taxista local neerlandés y quemaron una bandera palestina en un acto provocador lleno de odio.

Relatos de testigos presenciales describieron a grupos de colonos israelíes, protegidos por agentes del Mossad, vitoreando “olé” en respuesta a sus consignas racistas la noche del miércoles. Incluso una persona subió a la fachada de un edificio para arrancar una bandera palestina en Rokin, una calle prominente del centro de la ciudad.

Docenas de residentes locales que resistieron el hooliganismo fueron arrestados por la policía neerlandesa, mientras que funcionarios israelíes y occidentales actuaban con prisa para enmarcar los eventos como un “pogromo antisemita”.

“Coreaban cosas como ‘Muerte a los árabes’ y ‘Dejen que IDF (fuerzas de guerra del régimen de Israel) jod* a los árabes’”, dijo un residente neerlandés. “Sentía que estaban provocando deliberadamente a cualquiera que se les opusiera”, recalcó.

Los colonos también corearon consignas vehementemente pro-genocidio, que muchos tildaron de discurso de odio y una flagrante violación de la Convención sobre el Genocidio de 1948, a la que los Países Bajos son signatarios.

“Estaban arrancando banderas palestinas en las calles y cantando cosas que serían criminalizadas en la mayoría de los países. Ahí fue cuando los residentes locales comenzaron a enfrentarse a ellos”, comentó otro habitante.

Sin embargo, los medios de comunicación israelíes y occidentales fueron rápidos en retratar a los hooligans israelíes en Ámsterdam como víctimas y el acto de resistencia de los locales neerlandeses como “antisemitismo”.

El periódico israelí Times of Israel se refirió al incidente como un “pogromo en Ámsterdam”, incluyendo una foto de un hooligan intentando retirar la bandera palestina, lo que suscitó interrogantes sobre sus motivaciones.

Otro diario israelí, The Jerusalem Post, informó sobre la presencia de agentes del Mossad (servicio de espionaje del régimen sionista) entre los seguidores del Maccabi Tel Aviv, lo que complicaba aún más la narrativa en torno a los disturbios orquestados.

The Jerusalem Post informó sobre la presencia de agentes del Mossad entre los partidarios del Maccabi Tel Aviv.

 

La difusión de imágenes de los alborotadores israelíes enmascarados, según los observadores, reveló que todo el episodio fue coreografiado por el Mossad en connivencia con agencias locales con fines ocultos.

Esto fue incluso corroborado por un informe publicado en el periódico neerlandés De Telegraaf el martes, que afirmaba que agentes del Mossad acompañarían a los seguidores del Maccabi Tel Aviv en su viaje a Ámsterdam.

En un intento por desviar la atención pública de las provocaciones de los alborotadores israelíes en Ámsterdam, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, describió la violencia como “pogromos antisemitas” durante una llamada con el premier neerlanés, Dick Schoof.

Esta narrativa fue respaldada por los líderes de Francia, Alemania y Estados Unidos, quienes describieron las reacciones de los ciudadanos neerlandesas ante los hooligans como “antisemitismo”.

“Condeno enérgicamente estos actos inaceptables. El antisemitismo no tiene absolutamente ningún lugar en Europa. Estamos decididos a luchar contra todas las formas de odio”, declaró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en X, alineando sus comentarios con las afirmaciones de Netanyahu.

Reforzando esta perspectiva, la Unión de Asociaciones de Fútbol de Europa (UEFA, por sus siglas en inglés) también emitió un comunicado, condenando la violencia en Ámsterdam y culpando a los locales por ello.

El reservista israelí Eliav Klein, que sirvió en el Batallón Golani 51 durante el genocidio de Gaza y la invasión del sur del Líbano, estuvo involucrado en recientes disturbios de los aficionados del Maccabi Tel Aviv en Ámsterdam.

 

Los medios de comunicación occidentales siguieron la misma línea, presentando a los hooligans como víctimas y retratando a los activistas antimilitaristas como agitadores, distorsionando así los hechos sobre lo que realmente ocurrió.

La emisora pública británica BBC encabezó su cobertura del evento con “La alcaldesa de Ámsterdam condena los ataques de atropello y fuga a los aficionados israelíes de fútbol”.

El informe incluía una rueda de prensa de la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, junto con una nota del editor digital de Europa, Paul Kirby, quien afirmó: “Ahora estamos cerrando nuestra página en vivo sobre la violencia contra los aficionados del Maccabi Tel Aviv en el corazón de la capital neerlandesa”.

No abordó adecuadamente las provocaciones instigadas por las turbas israelíes en Ámsterdam.

BBC dio una importancia desmesurada a los aficionados del Maccabi Tel Aviv, presentándolos como víctimas mientras minimizaba las provocaciones que desataron los enfrentamientos y la violencia.

BBC tituló su noticia así: “La alcaldesa de Ámsterdam condena los ataques de ‘atropello y fuga’ contra aficionados al fútbol israelíes”

 

Las fuentes citadas y el lenguaje empleado reflejaron un sesgo que suavizó la descripción del comportamiento de los seguidores del Maccabi, aplicando un lenguaje más severo para describir la reacción que enfrentaron.

La cadena estadounidense CBS tituló su informe “Aficionados israelíes atacados en Ámsterdam, con 5 hospitalizados y decenas de sospechosos arrestados”, exhibiendo prominentemente las palabras “ATAQUES ANTISEMITAS EN ÁMSTERDAM” en la pared detrás del presentador.

El informe incluía una declaración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien condenó el evento como “despreciable,” siguiendo el ejemplo de otros líderes occidentales, así como de Netanyahu.

Aunque la cobertura incluyó un supuesto relato de testigos sobre los incidentes que involucraron a los hooligans israelíes, notablemente carecía de perspectivas de los ciudadanos neerlandesas.

Esta omisión contribuyó a una narrativa unilateral que enfatizó la perspectiva israelí sin abordar adecuadamente las reacciones de la comunidad local neerlandesa.

CBS tituló su informe “Aficionados al fútbol israelíes atacados en Ámsterdam, con 5 hospitalizados y decenas de sospechosos arrestados”

 

CNN, al igual que muchos otros medios de comunicación convencionales, presentó una narrativa notoriamente sesgada sobre los eventos en Ámsterdam, culpando a los neerlandese locales que resistieron el vandalismo de los colonos israelíes.

La cadena estadounidense ofreció una cobertura extensa sobre los eventos en Ámsterdam, con imágenes detalladas y relatos de testigos, mientras que solo mencionó brevemente sus comentarios pro-guerra y racistas.

Bajo el titular “Ámsterdam prohíbe protestas por tres días tras los violentos ataques a aficionados israelíes de fútbol”, CNN informó que la ciudad había prohibido las manifestaciones durante tres días después de que “aficionados israelíes de fútbol fueran golpeados e heridos en enfrentamientos violentos en la ciudad durante la noche”.

Esta presentación posicionó a los hooligans como víctimas de los enfrentamientos en Ámsterdam, sin abordar sus provocaciones. El informe también citó a la embajada israelí en Estados Unidos, afirmando que cientos de aficionados del Maccabi “fueron emboscados y atacados”.

El énfasis de CNN en la victimización de los aficionados del Maccabi oscureció aún más el contexto de los enfrentamientos en Ámsterdam.

CNN tituló: “Ámsterdam prohíbe las protestas durante tres días tras los violentos ataques a los aficionados al fútbol israelíes”

 

NBC tituló su informe sobre los incidentes como “Aficionados israelíes de fútbol atacados en Ámsterdam”.

La presentadora marcó el tono al enfatizar un “horrible ataque contra los aficionados israelíes de fútbol en Ámsterdam”, citando a la alcaldesa local quien declaró que los (aficionados) israelíes fueron blanco de ataques “por ser judíos.

Posteriormente, la corresponsal de NBC, Meagan Fitzgerald, ofreció un resumen de los incidentes, enfocándose en las reacciones de los neerlandeses en lugar de en las acciones de los hooligans israelíes.

Concluyó su informe citando a Biden, quien calificó el incidente como “despreciable”.

El enfoque de NBC en la victimización de los aficionados israelíes se centró enormemente en su sufrimiento, sin ofrecer contexto sobre los eventos que desencadenaron la violencia, especialmente las acciones de los hooligans israelíes.

NBC tituló su informe como “Aficionados al fútbol israelíes atacados en Ámsterdam”

 

La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) tituló su informe sobre los incidentes como “Aficionados israelíes de fútbol fueron atacados en Ámsterdam. La violencia fue condenada como antisemita”.

La noticia citaba a las autoridades neerlandesas, quienes afirmaban que “los aficionados israelíes fueron agredidos tras un partido de fútbol en Ámsterdam por hordas de jóvenes aparentemente incitados por llamados en redes sociales para atacar a los judíos”.

En su cobertura, AP utilizó un lenguaje contundente al describir los incidentes vinculados a los disturbios.

“Los informes sobre discurso antisemita, vandalismo y violencia han aumentado en Europa desde el inicio de la guerra en Gaza”, decía el informe.

AP tituló su informe como “Ataques contra hinchas israelíes en Ámsterdam. La violencia fue condenada como antisemita”

 

Esta presentación intentaba contextualizar el disturbio en Ámsterdam dentro del marco más amplio de la guerra en Gaza, desviando potencialmente la atención de las provocaciones iniciadas por los hooligans israelíes y retratando los hechos de una manera que enfatizaba el carácter antisemita del incidente, mientras restaba importancia a las provocaciones de la turba israelí.

The New York Times, alineándose con la narrativa presentada por otros medios occidentales, publicó un informe titulado “Ataques antisemitas provocan vuelo de emergencia para los aficionados israelíes de fútbol”.

El artículo se centró principalmente en la “seguridad” de los hooligans israelíes, haciendo hincapié en la necesidad de su protección tras la violencia que ellos mismos provocaron.

The New York Times tituló su informe como “Ataques antisemitas provocan huida de emergencia de aficionados al fútbol israelíes” 

 

A lo largo del informe, el lenguaje utilizado intentó enmarcar las acciones contra los aficionados del Maccabi como basadas en el antisemitismo, presentando así a los hooligans como víctimas.

Esta representación oscureció las provocaciones de las turbas israelíes que contribuyeron a los enfrentamientos, reforzando una narrativa que priorizaba su seguridad.

 

A diferencia de muchos medios de comunicación convencionales, Sky News inicialmente preparó un informe que destacó las provocaciones de los aficionados del Maccabi Tel Aviv, incluyendo sus “canciones racistas y antiárabes”.

Sin embargo, la cadena posteriormente eliminó el vídeo que contenía la intervención de su corresponsal en Ámsterdam.

Esta decisión generó interrogantes sobre las decisiones editoriales y la representación de los eventos en la televisión británica de acceso gratuito, con internautas criticando a la cadena por sucumbir a la presión sionista.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.