“No habrá seguridad ni paz mientras las botas de los militares turcos estén profanando nuestro suelo inmaculado (…) tomaremos las armas para lograr la paz con nuestras propias manos y a nuestro libre albedrío”, dijo el jueves Jalifa Haftar, en el 69 aniversario del Día de la Independencia de Libia.
El mariscal libio pidió a sus fuerzas estar listas para “apuntar nuestras armas de fuego a Turquía” y agregó que “el enemigo colonizador tiene una de dos opciones: irse pacíficamente o ser expulsado por la fuerza”.
Los comentarios de Haftar, cuyas fuerzas controlan el este de Libia, se produjeron en respuesta a la decisión del Parlamento turco de extender por 18 meses una ley que permite el despliegue de tropas turcas en Libia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, envió tropas, asesores y equipo de inteligencia, incluso mercenarios que operaban en Siria, a Libia en apoyo al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) —la otra facción gobernante libia, dirigida por Fayez Sarraj, con sede en Trípoli y reconocida por la ONU—.
La decisión de los legisladores turcos se tomó el martes, a pesar de un alto el fuego negociado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Libia declarado en octubre. El acuerdo de alto el fuego preveía la salida de las fuerzas extranjeras y mercenarios dentro de tres meses.
La Misión de Apoyo de la ONU en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) aprovechó la misma ocasión nacional para instar a los rivales de Libia a observar el alto el fuego y respetar una hoja de ruta política que prevé la celebración de elecciones nacionales en diciembre de 2021.
“Si bien la Misión insta a los libios a consolidar sus esfuerzos y dar pasos valientes hacia la reconciliación nacional, y a mirar hacia un futuro brillante para que todos los libios vivan en paz y prosperidad, afirma su pleno compromiso de ayudar al pueblo libio a construir su estado unificado”, reza un comunicado de la UNSMIL emitido el jueves.
A principios de noviembre, 75 políticos libios de campos opuestos se reunieron virtualmente en un foro político iniciado por la ONU y acordaron celebrar elecciones el próximo año. Sin embargo, no lograron romper un punto muerto en el mecanismo de selección del gobierno de transición que dirija el país en el período previo a la votación.
Haftar cuenta con el respaldo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto, Francia y Rusia. Además de Turquía, la GNA es apoyada por Italia y Catar.
ncl/ktg/hnb