“Si EE.UU. inicia una guerra contra Irán, no solo no la liderará ni la terminará, sino que enfrentará consecuencias horribles, tensas y desestabilizadoras en la región y en todo el mundo, que se extenderán a Ucrania y Taiwán”, advirtió el viernes el exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Ali Akbar Salehi, mediante una publicación en su cuenta de X.
Ante esta tesitura, señaló que Washington debería saber que la negociación siempre será mejor que la guerra, “especialmente hoy”.
Delegaciones de alto rango de Irán y Estados Unidos se reunirán el sábado en la capital omaní, Mascate, para iniciar negociaciones indirectas sobre el programa nuclear de Irán y la consecuente eliminación de las sanciones contra el pueblo iraní.
El jueves, Ali Shamjani, el asesor del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, destacó que “las continuas amenazas externas y la imposición de que Irán se vea sometido a un ataque militar podrían llevar a medidas disuasorias, como la expulsión de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y el cese de la cooperación con él”.
En 2018, durante su primer mandato, el presidente estadounidense, Donald Trump, retiró a Estados Unidos de un acuerdo previo sobre el programa nuclear de Irán, conocido formalmente como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), y lanzó una campaña de “máxima presión” contra el país.
Tras llegada a poder en 2025, Trump restableció esa política hostil, pero desde entonces ha señalado su voluntad de llegar a un nuevo acuerdo nuclear en medio de las retóricas y amenazas.
Las autoridades del país persa en más de una ocasión han afirmado que la política de Irán sigue siendo la de no mantener negociaciones directas en condiciones de la llamada máxima presión y amenazas militares de EE.UU., pero las negociaciones indirectas, como las que han existido en el pasado, pueden continuar.
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