Según la información recogida en la base de datos de empresas cotizadas en la bolsa (Comprehensive Database of All Listed Companies), en los primeros siete meses del año en curso, los fabricantes iraníes de automóvil han alcanzado a una producción de 501 000 vehículos que representa un crecimiento de 1,1 % en comparación con el mismo periodo de 2020.
El ministro iraní de Industria, Minas y Comercio, Reza Fatemi Amin, informó la semana pasada que, según las estimaciones, los fabricantes locales alcanzarán a una producción de 1.2 automóviles en el actual año persa que finaliza el 20 de marzo de 2022.
La compañía automotriz Pars Khodro, con la producción de 66 731 autos, ha logrado un crecimiento de 14.5% que es la tasa de variación más alta entre las empresas.
El exministro de Industria, Minas y Comercio de Irán, Alireza Razm Hoseini, anunció en julio que la tasa de importaciones de los componentes de los autos había reducido en 2500 millones de dólares y este logro, según dijo, se debe a las sanciones impuestas al país, impulso a la producción nacional y la internacionalización económica.
La industria automotriz de Irán constituye el segundo subsector más grande de la economía detrás del petróleo, y representa alrededor del 10 por ciento del producto interno bruto y el 4 por ciento del empleo. Más de 100 000 personas están empleadas por las empresas de Iran Khodro y Saipa, mientras que otros 700 000 iraníes trabajan en industrias relacionadas con la fabricación de autos.
Debido a las sanciones aplicadas por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018 al país persa, los fabricantes nacionales movilizaron sus recursos a fin de sustituir las empresas extranjeras y aumentar la producción nacional para dejar sin efecto estas restricciones. Los fabricantes locales ahora son capaces de producir e incluso exportar una amplia gama de piezas de automóviles y satisfacen las necesidades internas del país.
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