A través de un comunicado publicado el viernes, la Coalición de la Juventud del 14 de Febrero de Baréin condenó en los términos más enérgicos la decisión del régimen de los Al Jalifa de absolver a Hamad Mubarak al-Jalifa—un oficial militar de alto rango bareiní y un miembro de la familia real de Baréin—, quien ha sido declarado culpable de matar a tiros a la periodista Eman Salehi.
Salehi, una mujer musulmana chií que trabajaba como periodista deportiva para la emisora de televisión estatal de Baréin, fue baleada en la cabeza, en la calle el 23 de diciembre de 2016, mientras su hijo de seis años le miraba por la ventanilla del automóvil. El motivo del asesinato de Salehi aún no está claro.
“La medida indica que la familia real de Baréin valora a sus miembros por encima de la sangre, el honor y la dignidad de otros ciudadanos de Baréin. El indulto envía un mensaje claro a quienes creen erróneamente que se puede reformar este régimen criminal”, se lee en la nota.
Tras enfatizar que “la única opción por delante de la nación bareiní es derrocar al régimen y luego intentar expulsar al dictador Hamad bin Isa Al Jalifa”, el texto invitó a la ciudadanía a trabajar solidariamente para derrocar a los Al Jalifa, enjuiciar a las autoridades y depurar la patria de funcionarios corruptos.
Asimismo, denunció que el régimen de los Al Jalifa “no respeta la ley” y “no abandonará la comisión de crímenes”, mientras que está dictando su régimen autoritario, y está restringiendo la libertad pública, subrayó.
Activistas piden la liberación de destacada figura en huelga de hambre
Esa última declaración del movimiento bareiní se produjo el mismo día que los grupos de derechos humanos y activistas del país pidieron a las autoridades liberar a una figura clave de la oposición encarcelada, que ha estado en huelga de hambre durante semanas por sus “malos tratos”.
Dieciséis organizaciones, entre ellos, el Instituto de Derechos y Democracia de Baréin (BIRD, por sus siglas en inglés), con sede en el Reino Unido, emitieron el viernes un comunicado instando al régimen de los Al Jalifa a liberar a Abdulyalil al-Singace, un miembro clave del movimiento de oposición chií Haq quien se declaró en huelga de hambre el 8 de julio en respuesta a la “negligencia médica sostenida” en la cárcel, en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
El activista, de 59 años, también ha protestado para exigir que se le devuelva un libro sobre la diversidad lingüística en los dialectos árabes de Baréin, en el que ha estado trabajando durante al menos cuatro años. Fue confiscado por los guardias de la prisión el pasado 9 de abril.
BIRD calificó la confiscación del libro de Al-Singace como “un castigo injusto” denunciando que “las autoridades deben garantizar la protección de sus derechos” y pidió “la liberación inmediata e incondicional de Al-Singace”.
Es de menester mencionar que Al-Singace ha perdido 10 kilos durante la huelga de hambre, según dijo un familiar a la agencia británica de noticias Reuters. “Recurrió a la huelga de hambre como último medio para acabar con el trato degradante”, dijo el familiar, agregando que su familia estaba preocupada por su salud mental.
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