“El paralelismo entre las posiciones del canciller saudí [Adel al-Yubeir] y del ministro de asuntos militares israelí [Avigdor Lieberman] sobre Irán no es mera coincidencia”, recalcó el diplomático persa.
Con estas palabras Qasemi respondía a los discursos de Al-Yubeir y Lieberman en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, por sus siglas en inglés) que, según el portavoz iraní, se pronunciaron por separado pero al mismo tiempo mantenían muchas similitudes en su posición contra Irán, lo que, a su juicio, es una de las muchas evidencias de que los saudíes y los israelíes se están coordinando en diferentes casos regionales.
El paralelismo entre las posiciones del canciller saudí [Adel al-Yubeir] y del ministro de asuntos militares israelí [Avigdor Lieberman] sobre Irán no es mera coincidencia”, recalcó el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Ambos funcionarios alegaron que la República Islámica de Irán patrocina el “terrorismo” y constituye “la principal amenaza” para el Oriente Medio. También arremetieron contra el acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y el Grupo 5+1 (integrado por EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia más Alemania).
Además, Al-Yubeir rechazó una llamada al diálogo de su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, a los Estados ribereños del Golfo Pérsico para resolver los problemas comunes. Por su parte, Lieberman trató de ponerse a bien con Arabia Saudí, calificando a Riad de miembro “moderado del mundo árabe”.
El portavoz persa señaló que tales afirmaciones reflejaban “un doloroso estado de desesperación”, y aseguró que ambos regímenes creen que enrarecer el ambiente contra Irán es “un medio para recuperarse de sus múltiples derrotas y frustraciones en la región”.
En cuanto a que Al-Yuberi vinculara a Irán con el terrorismo, Qasemi señaló que fue un conato para ocultar los lazos ideológicos, financieros, de formación y de Inteligencia entre el régimen de los Al Saud y los terroristas takfiríes, cuyos crímenes provocan un sufrimiento sin fin a los inocentes.
Para acabar, tachó de “patético” que el régimen de Tel Aviv recurra a un país musulmán con el que tiene problemas de base para avanzar sus políticas hostiles contra la República Islámica de Irán.
Tanto Israel como Arabia Saudí son valedores de los grupos terroristas que operan en Siria con el objetivo de derrocar a Damasco. De hecho, el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) está inspirado en el wahabismo, ideología radical takfirí que domina Arabia Saudí.
zss/nii/