El nuevo presidente del servicio federal de Información de Alemania (BND, por sus siglas en alemán), Bruno Kahl, en declaraciones publicadas este martes por el diario local Süddeutsche Zeitung, ha asegurado tener “información” que apunta a que se preparan ataques informáticos destinados a “crear incertidumbres políticas” en su país.
Añade que, desde su departamento, encargado del espionaje exterior, se han detectado “actividades rusas en internet”, cuyo objetivo es “incidir de modo inaceptable en el debate público y la democracia” de cara a las elecciones generales de septiembre de 2017.
Europa, y muy especialmente Alemania, están en el objetivo de estos intentos de alterar sus procesos democráticos”, ha expresado el presidente del servicio federal de Información, Bruno Kahl.
Aunque el funcionario alemán ha admitido que es “difícil” responsabilizar a un Estado extranjero de este tipo de “ciberataques” y de campañas de desinformación, aduce que estas son “toleradas”, cuando no “deseadas”, por las autoridades de dicho país.
“Europa, y muy especialmente Alemania, están en el objetivo de estos intentos de alterar sus procesos democráticos”, ha expresado el presidente del BND.
En la misma jornada, la canciller alemana, Angela Merkel, asegura que “los ciberataques desde Rusia” son ahora “tan habituales” que Alemania debe “aprender a lidiar con ellos en la vida diaria”.
Sus declaraciones se han producido un día después de que su país sufriera el mayor ataque informático jamás registrado. En este sentido, Merkel ha comentado que, aunque se desconoce el autor, Alemania ha de aprender a lidiar con los “ciberataques, o conflictos híbridos como son conocidos en la doctrina rusa”.
Bruno Kahl, por su parte, vinculó sus acusaciones a otras similares formuladas desde Estados Unidos antes de la elección de Donald Trump como presidente y de ciertos alegatos sobre que Moscú influyó de algún modo en las recién celebradas presidenciales de EE.UU.
De hecho, el pasado 7 de octubre, el Gobierno de Estados Unidos acusó oficialmente a Rusia de orquestar una serie de ciberataques contra instituciones norteamericanas para intentar “interferir” en el proceso electoral. Moscú negó dichas acusaciones.
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