“La etiqueta de ocupación estadounidense, a veces reemplazada por una alianza, a veces por una asociación de seguridad sostenible u otros medios no tiene valor, mientras las fuerzas de ocupación estadounidenses estén atrincheradas en el corazón herido de Irak, violando su soberanía y su espacio aéreo (...)”, declara el grupo antiterrorista iraquí en un comunicado este viernes.
El comunicado señala que Estados Unidos ha desplegado más tropas en Irak, “confirmando que no tienen intenciones en el horizonte de retirarse del país”.
Es menester recordar que Irak adoptó una ley para expulsar a las fuerzas extranjeras después del asesinato ejecutado por EE.UU. de los principales comandantes antiterroristas iraquíes e iraníes en 2020.
El teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), y Abu Mahdi al-Muhandis, un comandante iraquí de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad al-Shabi, en árabe), fueron martirizados, junto con sus camaradas en un ataque estadounidense. La arremetida fue autorizada por el entonces presidente Donald Trump cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad, capital iraquí, el 3 de enero de 2020.
En la declaración, la Resistencia Islámica en Irak también censura duramente a Washington por su apoyo inquebrantable a Israel, considerándolo “plenamente responsable” de “cualquier acto tonto” de las fuerzas estadounidenses o israelíes en Irak o en los países del Eje de la Resistencia.
“Nuestra respuesta será directa allí donde nuestras manos puedan alcanzar”, alerta.
Las fuerzas iraquíes han lanzado ataques contra objetivos israelíes desde que el régimen de ocupación comenzó una guerra genocida en Gaza.
El sentimiento antiestadounidense está aumentando en la región, a medida que Washington apoya la campaña genocida de Israel en Gaza y la Resistencia iraquí ha lanzado decenas de ataques contra instalaciones militares lideradas por Estados Unidos en Irak y Siria.
Desde el 7 octubre pasado, los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del régimen de Tel Aviv contra el sitiado enclave palestino han dejado un saldo de al menos 33 634 muertos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y cerca de 76 214 heridos, mientras que miles de personas permanecen desaparecidas bajo los escombros.
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