“Los iraquíes están más determinados que nunca a expulsar a los militares extranjeros tras la violación de los derechos internacionales y de la invasión de EE.UU. en Irak”, ha afirmado este viernes el portavoz de las Fuerzas Armadas de Irak, Abdul Karim Jalaf.
Jalaf ha afirmado que la presencia de militares de EE.UU. fue aceptada en un principio para derrotar al grupo terrorista del EIIL (Daesh, en árabe) en Irak, bajo el nombre de la llamada “coalición anti-EIIL”. Sin embargo, tras la victoria contra Daesh, la Cancillería iraquí exigió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el fin de la coalición y la salida de las tropas extranjeras.
En este sentido, ha añadido que los recientes ataques de EE.UU. –a la ciudad estratégica de Al-Qaem, ubicada cerca de la frontera con Siria, y otro en Bagdad, la capital, que causó el martirio del general iraní Qasem Soleimani –, provocaron la aceleración de este proceso.
Según ha confirmado el militar iraquí, la decisión de expulsar a las tropas estadounidenses abarca todo Irak, incluso la región del Kurdistán, enfatizando que cualquier movimiento aéreo en el cielo iraquí solo puede llevarse a cabo tras la confirmación del país árabe, un hecho que EE.UU. violó recientemente.
Por otra parte, el funcionario iraquí ha asegurado que el número de las tropas extranjeras desplegadas en Irak son menos de 6000 soldados, entre ellos, 5000 estadounidenses, pero todas están bajo el mando de Irak.
En un ataque perpetrado el pasado 3 de enero en Bagdad, EE.UU. asesinó al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, Qasem Soleimani, así como del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis. Esta agresión estadounidense generó una condena masiva tanto en Irán como en Irak.
Por su parte, el Parlamento de Irak aprobó el 5 de enero una resolución para poner fin a la presencia de las fuerzas estadounidenses en su suelo. En medio de la escalada de tensiones, la llamada coalición anti-EIIL liderada por EE.UU. suspendió sus operaciones militares en Irak.
De otro lado, Estados Unidos anunció oficialmente que no tiene ningún plan de retirarse de la región e incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con imponer sanciones “sin precedentes” a Irak si decide expulsar a los 5000 soldados estadounidenses.
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