La Comisión de Defensa y Seguridad del Parlamento iraquí anunció el pasado enero que Irak y Rusia habían reanudado diálogos relacionados con la compra de los sistemas antiaéreos S-300 de fabricación rusa.
Al respecto, el embajador iraquí ante Irán, Abdul Rahman Saad Yavad Qandil, ha indicado este lunes a la agencia rusa de noticias Sputnik que Bagdad está, de momento, negociando la compra de los S-300 rusos. “Es posible que Irak compre los sistemas” antimisiles S-300, ha afirmado.
El diplomático del país árabe ha hecho notar que Bagdad busca “diversificar las importaciones de armas” y que su país ya ha llegado a unos acuerdos sobre la transferencia de armas con Moscú.
El diario estadounidense The Wall Street Journal, a su vez, publicó el viernes que el Parlamento iraquí anunció que el país sopesaba comprar los S-400 rusos. Los diputados iraquíes, de acuerdo con el medio, decidieron avanzar en las negociaciones para adquirir los sistemas defensivos, de fabricación rusa, ante posible vacío de apoyo estadounidense.
Al respecto, el diario norteamericano acusó al Kremlin de buscar “fortalecer su presencia” en el oeste de Asia y “abrir una brecha entre Bagdad y Washington”.
Las autoridades iraquíes, al parecer, están perdiendo la confianza en EE.UU., por lo que han sido atraídas como Turquía al mercado ruso para poder defenderse ante ataques eventuales, aunque recibieron desde Washington amenazas de sanciones. Bagdad ha dejado claro que tiene derecho legítimo a importar cualquier arma de cualquier país.
Irak cuenta ya con varios helicópteros rusos de los modelos Mi-35M y Mi-28N, aviones de asalto Sujoi tipo Su-25 y otros equipos militares, como tanques de la clase T-90S, que utilizó en su lucha contra los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe), cuya derrota fue declarada a finales de 2017.
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