El primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, señaló la noche del jueves que la nación tiene derecho a protestar e incluso exigir la dimisión del Gobierno, pero los manifestantes deben evitar actos violentos en las protestas.
Sin embargo, la caída del Gobierno actual, de acuerdo con el premier iraquí, no contribuirá a mejorar la precaria situación económica, más bien, allanará el camino para más caos en este país árabe, advirtió.
“La dimisión del Gobierno hoy, sin una alterativa constitucional, conducirá al país a un caos”, afirmó Abdul-Mahdi, según recogieron los medios locales, antes de anunciar medidas para materializar las reivindicaciones sociales del indignado pueblo iraquí.
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Crear más oportunidades laborales para jóvenes desempleados, reestructurar el gabinete, procesar a los altos cargos corruptos del Gobierno y reducir a la mitad los salarios de los altos funcionarios, el de él mismo y del presidente Barham Saleh, eran parte de las promesas hechas por Bagdad. El Gobierno iraquí, conforme con Abdul-Mahdi, iniciará la restructuración del Gobierno “la próxima semana”.
La dimisión del Gobierno hoy, sin una alterativa constitucional, conducirá al país a un caos”, afirmó el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi.
De igual modo, Abdul-Mahdi hizo notar que todos los grupos armados que tienen representantes en el Parlamento, deben deponer pronto las armas y convertirse en grupos políticos.
La nueva jornada de protestas previstas para este viernes inició la misma noche del jueves en Bagdad, capital iraquí, mientras el Gobierno ya había desplegado unidades de las fuerzas de seguridad en la llamada zona verde en el centro de la ciudad, que alberga edificios gubernamentales y misiones diplomáticas.
Un ambiente tenso reina en el país desde el 1 de octubre a raíz de unas protestas callejeras desatadas por la corrupción, el paro, la carestía de los productos básicos. El empleo de la fuerza excesiva y balas reales por los agentes de seguridad iraquíes ha dejado, según datos oficiales, 149 civiles muertos.
El portavoz del Ministerio iraquí del Interior, Saad Maan, informa de manos negras detrás de las recientes protestas, mientras un análisis revela que el 79 por ciento de los tuits sobre las protestas en Irak es publicado por usuarios en Arabia Saudí.
El asesor para Asuntos de Seguridad Nacional de Irak, Faleh al-Fayaz, a su vez, considera las protestas un intento en vano, para derrocar al Gobierno de Bagdad.
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