En declaraciones a la agencia local de noticias Al-Forat, el portavoz del Ministerio de Defensa de Irak, Tahsin al-Jafayi, anunció el sábado que el campamento de Daesh había quedado destrozado en una operación que se llevó con éxito, gracias a información de inteligencia que obraba en poder de las fuerzas iraquíes.
Las unidades de Inteligencia y de Seguridad del Ejército iraquí ejecutaron la misión en coordinación con las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashd Al-Shabi, en árabe), agregó el vocero militar.
En la operación, las fuerzas iraquíes destruyeron siete túneles de la banda takfirí, que estaban repletos de armas y equipos militares que los extremistas almacenaban para usar en sus ofensivas en Kirkuk y regiones vecinas, como Hawija, apostilló.
La agrupación terrorista llegó a dominar amplias áreas del norte y el oeste de Irak tras su surgimiento en el país a mediados de 2014, controlando así un territorio de siete millones de habitantes y tan grande como Italia.
Pero fue en diciembre de 2017, cuando el entonces primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, anunció “el fin de la guerra” contra Daesh tras eliminar a los terroristas de las provincias de Al-Anbar (oeste) y Nínive (norte).
No obstante, células aisladas vinculadas a esta banda mantienen una presencia limitada en zonas desérticas cerca de la frontera siria con Irak.
De momento, la Fuerza Aérea iraquí, autorizada por Damasco, ha lanzado una gran operación contra Daesh en las regiones orientales de Siria, en especial en la provincia de Deir Ezzor, donde ha infligido grandes pérdidas a los extremistas.
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