En una discusión pública se colocó en el análisis el proceder y manejo de la protesta social por parte de la policía y militares hondureños.
Es este manejo inadecuado de la protesta que deja como resultado cientos de heridos por balas y gases lacrimógenos. Al final, los aparatos estatales no se hacen responsables de esas acciones.
Un gran sector de los hondureños tiene un temor intrínseco a participar en las protestas. Luego de la existencia de múltiples víctimas mortales que han quedado en la impunidad.
El actual escenario político que vive Honduras genera una necesidad de protestar de su población, pero con una gran abstención por temor a los policías y militares.
Las organizaciones de los derechos humanos han emitido su alerta ante el anuncio de protestas por parte de la oposición y la población en contra del presidente del país, Juan Orlando Hernández, ya que los operadores de justicia anunciaron mano dura en contra de la población.
En las últimas protestas masivas realizadas luego del fraude electoral del año 2017, organismos internacionales y hondureños contabilizaron más de 20 asesinados a manos de la policía y militares.
El Estado hondureño ya enfrenta varios procesos de denuncias internacionales por la violación a los derechos humanos en el marco de la gestión de las protestas.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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