Dilatada, sin contundencia e incluso parsimoniosa como denuncian algunos de los interesados en el esclarecimiento del crimen. Más de un año del vil asesinato, sin respuestas contundentes.
Un plantón más del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, en las afueras de los juzgados capitalinos volvieron a exigir justicia.
Cuatro de los presuntos implicados fueron presentados en los últimos días a una nueva audiencia, de estos un mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras y el exjefe de seguridad de la empresa que construiría la represa a la cual Berta se oponía; aceptaron su participación por lo cual recibirán un procedimiento abreviado durante el juicio.
Cáceres fue asesinada el 3 de marzo del año 2016 en su casa ubicada al occidente del país, por el crimen 8 personas han sido detenidas; todos supuestos autores materiales del homicidio.
La prensa y la comunidad nacional prácticamente ya olvidaron el asesinato de Berta Cáceres. Las únicas voces disientes que han quedado son de sus familiares exigiendo justicia y la comunidad internacional.
La Justicia hondureña es expuesta en este caso, debido a que hubo dos suspensiones anteriores debido a la falta de evidencia probatoria entregada a las partes interesadas.
Los familiares de la extinta líder intentan comprobar que este hecho no fue aislado, sino una acción sistemática del Gobierno y empresa privada en contra de quien se oponga a sus intereses.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
smd/rba