El lunes, aviones de guerra de Estados Unidos lanzaron ataques aéreos contra un puesto de control del Ejército de Siria en la ciudad de Al-Qamishli, ubicada en la provincia nororiental de Al-Hasaka, matando a un soldado y dejando heridos a otros dos.
Este martes, los residentes de Al-Qamishli y Al-Hasaka —las dos ciudades más grandes de la provincia de Al-Hasaka— han salido a las calles para repudiar la medida de Washington. Ondeaban banderas de Siria y coreaban consigas en reclamo de la retirada de las tropas estadounidenses de su país.
Además, quemaron una bandera estadounidense y han calificado de una agresión y crimen el ataque aéreo contra posiciones del Ejército sirio.
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