La policía dispersó en el oeste de Caracas (capital) a decenas de manifestantes de la oposición que intentaban unirse a una marcha mayor.
Los manifestantes, con gritos de rechazo por la inhabilitación del líder opositor Henrique Capriles, trataban de llegar a la Sede de la Defensoría del Pueblo. También exigieron la destitución de los jueces del máximo tribunal y la celebración de elecciones generales.
El Gobierno venezolano considera las marchas de la oposición una campaña para desestabilizar el país.






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