Tras sus ataques indiscriminados contra el territorio libanés, el régimen de Israel atacó a los miembros de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, FINUL. El saldo: al menos cinco heridos. En este sentido, el jefe de la Política Exterior de la Unión Europea calificó estas agresiones como “inaceptables” y pidió su cese inmediato.
La ira de Borrell fue repetida por el canciller Español, José Manuel Albares, quien al tiempo en que rechazó los referidos ataques, subrayó que lo único que pone en riesgo la vida de las tropas de FINUL es el régimen sionista.
Haciendo caso omiso a las advertencias internacionales, el premier israelí, Benjamín Netanyahu, pidió la retirada de las fuerzas de FINUL del Líbano. Su decisión generó una ola de rechazos por parte de la comunidad internacional.
Condenado el genocidio en curso perpetrado por el régimen sionista tanto en Gaza como el Líbano, Sánchez exigió a los países europeos que suspendieran el acuerdo de libre comercio con Israel. También pidió a la comunidad internacional la suspensión inmediata del envío de armas a la entidad sionista para cometer más masacres en la región.
Además, declaró que es hora de que la comunidad internacional despierte, que actué con decisión contra Netanyahu que quiere imponer un nuevo orden regional por la fuerza.
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