Macron perdió dos puntos porcentuales, desde finales de marzo y se encuentra en su nivel más bajo de popularidad desde 2017, según una encuesta realizada por la BVA para la cadena RTL, publicada este viernes.
De ese modo, volvió al mismo nivel alcanzado al comienzo de las protestas del movimiento de los “chalecos amarillos”, en octubre de 2018.
A pesar de la promulgación de la reforma de las pensiones y mientras las tensiones y las manifestaciones siguen presentes: el 63 % de los franceses quiere que la movilización social continúe, lo que marca un incremento de 3 puntos. La ira es dominante ya que la siente el 45 % de los franceses, cuando el 38 % dice estar preocupado.
Casi las tres cuartas partes de los franceses (74 %) creen que el jefe de Estado “se equivocó al promulgar la ley rápidamente”, por temor a que esta decisión “provoque la ira social”.
Macron es criticado por estar “desconectado” y “no escuchar lo suficiente al país”.
El aumento de la edad de jubilación ha provocado un aluvión de protestas en todo el país en los últimos meses. El enojo de los opositores a la reforma creció en marzo cuando el gobierno eligió utilizar un poder constitucional especial para sacar adelante la medida sin someterla a votación en el Parlamento.
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