“La única manera es colocar en una posición de subalternidad a los sectores socialdemócratas y obligarles a ‘o giras o desapareces porque todo tu espacio político lo voy a ocupar yo’”, plantea Iglesias en el episodio de esta semana, consagrado a El proyecto europeo.
La única manera es colocar en una posición de subalternidad a los sectores socialdemócratas y obligarles a ‘o giras o desapareces porque todo tu espacio político lo voy a ocupar yo’, considera el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general del partido español se muestra poco convencido de que los países del sur de Europa puedan abandonar la divisa de la Unión Europea, por carecer esa opción de respaldo popular suficiente.
En esta tesitura, la estrategia “obsesiva” de Podemos debe ser superar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para ponerlo en la disyuntiva entre aliarse con la derecha o virar hacia una política que estimule el consumo, arrastrando quizá en ese movimiento a la “familia socialdemócrata europea”.
Si el PSOE eligiera gobernar junto al Partido Popular (PP) en 2016, estima Iglesias, Podemos podría alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones siguientes.
Yo creo que o gira la familia socialista o nos podemos retirar, constata el líder político español

Pero el politólogo español admite que las posibilidades son limitadas, dada la “derrota histórica” de los movimientos obreros. “Yo creo que o gira la familia socialista o nos podemos retirar”, dice, planteando en ese caso como única manera de romper el equilibrio actual de fuerzas en la UE una victoria del Frente Nacional francés.
En el programa, Xabier Arrizabalo —profesor de Economía en la Universidad Complutense de Madrid— defiende, frente a esa visión, que los países del sur de Europa, y en particular Grecia, podrían movilizar capacidades económicas, recuperando sus divisas nacionales, de las que no disponen estando sometidos al Banco Central Europeo (BCE).
A eso, Iglesias objeta que la necesidad de celebrar procesos electorales impide la realización de proyectos políticos y económicos a veinte años vista.

A escasos meses de las próximas elecciones generales españolas —que deben por ley convocarse para antes del 20 de diciembre—, el partido que más ha logrado capitalizar el amplio descontento existente en la sociedad española, Podemos, busca una estrategia movilizadora que permita propiciar cambios políticos profundos.
Podemos y fuerzas afines de creación reciente obtuvieron en las elecciones municipales y regionales de mayo triunfos inéditos en grandes capitales que gobernaba la derecha desde hacía lustros, pese a lo cual las últimas encuestas —oficiales— parecen mostrar que Podemos no logra aprovechar el descrédito de la clase dirigente española, en el poder desde la muerte del general Franco.
El joven partido español —surgido a inicios del año pasado— se considera como única fuerza capaz de hacer frente al bipartidismo socialdemócrata conservador, y propone a sus bases como vía de movilización la participación en el diseño de su programa electoral.
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