Estas imágenes dieron la vuelta al mundo el pasado 1 de octubre. Ese día, se consumaba el desafío independentista, con un referéndum declarado ilegal por la Justicia española, y reprimido violentamente por la policía española.
En julio, Mariano Rajoy se convertía en el primer presidente del Gobierno obligado a declarar como testigo en un juicio por corrupción, pero sin duda, 2017 ha sido el año de la mayor crisis política en España desde la vuelta de la democracia al país, hace cuatro décadas.
Tras varias sesiones broncas en el Parlamento catalán, en las que nadie sabía responder si se había declarado la independencia de Cataluña o no, el 27 de octubre, se disipaba la incertidumbre. Pese a las voces de alarma y a la fuga de empresas de Cataluña, el Parlament votaba una República catalana independiente, y el Gobierno de Rajoy activaba por primera vez, el artículo 155 de la Constitución.
Además, se convocan elecciones autonómicas, con la esperanza de que los catalanes retirasen su apoyo a las fuerzas independentistas. No solo eso: el juez de la Audiencia Nacional decidía enviar a prisión preventiva a los consejeros catalanes, por los delitos de rebelión, sedición y malversación. Tenía miedo de que se fugasen, como había hecho el destituido Carles Puigdemont tan solo unas horas antes. Así, las elecciones del 21 de diciembre, contaban con dos cabezas de lista ausentes: Puigdemiont, en Bruselas, y exvicepresidente Oriol Junqueras, en prisión. Y el resultado de los comicios: nueva mayoría independentista.
Una gran mayoría de españoles tenía la esperanza de que el próximo año de 2018 sirviese para pasar página de la crisis política en Cataluña. Sin embargo, los resultados surgidos de las elecciones auguran un nuevo año en el que el tema catalán continuará copando los principales medios de comunicación españoles.
Eduardo López-Jamar, Madrid.
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