El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, ha mantenido este sábado una reunión con el director general de la AIEA, Rafael Grossi, en Teherán (capital persa), donde ha puesto énfasis en la seria voluntad de la República Islámica para resolver técnicamente el tema de las salvaguardias en el menor tiempo posible.
En la cita, ha sido revisado el proceso de las cooperaciones de la República Islámica y la Agencia Internacional de Energía Atómica y ambas partes han puesto énfasis en la necesidad de fortalecer las interacciones acordadas.
A su vez, Grossi ha enfatizado también la disposición de la Agencia para solucionar problemas desde la vía técnica. De igual modo, ha subrayado la importancia de la diplomacia y las conversaciones para resolver los temas.
Es más, ha agregado, la Agencia da bienvenida a cualquier iniciativa constructiva para ayudar al desarrollo de las negociaciones que se realizan en Viena (capital austriaca) con el objetivo de reactivar el acuerdo nuclear con Irán.
Grossi se encuentra en Teherán desde el viernes. La tan esperada visita del jefe de la AIEA llega en un momento crítico, ya que el organismo nuclear continúa politizando su mandato puramente técnico, bajo la presión occidental.
En efecto, la visita de Grossi se produce después de que un informe confidencial de la AIEA indicara esta semana que encontraron supuestas partículas de uranio enriquecido al 83,7 %, muy cerca del 90 % requerido para fabricar una bomba atómica, en la planta de Fordo, a unos 100 km al sur de Teherán, un tema rechazado rotundamente por Irán y más tarde calificado de un “error” por la Agencia.
En declaraciones a la prensa, Grossi ha considerado este sábado “ilegal” cualquier acción militar contra las instalaciones nucleares, calificado de constructivos los diálogos y reuniones con los funcionarios iraníes que, según él, podrían allanar el camino para la reactivación del pacto nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus en inglés).
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