Según informa este domingo el diario local The Sunday Times, David Cameron ha dicho a los comandantes británicos que utilicen ataques de precisión para apuntar contra los líderes de la unidad de "ataques internacionales" del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), en el territorio sirio, después de que el Parlamento autorice (el miércoles) la ampliación de las ofensivas aéreas británicas a Siria.
Hasta el momento Londres sólo participaba en los bombardeos aéreos de la llamada coalición internacional anti-EIIL liderada por EE.UU. en Irak.
De acuerdo con Cameron, dicha unidad de "ataques internacionales" de Daesh es la misma que dirigió desde Siria los sangrientos atentados terroristas del pasado 13 de noviembre en París (capital francesa), y ahora está apuntando contra el Reino Unido.
El documento dice que las primeras misiones de la Fuerza Aérea del Reino Unido en Siria, que se espera que inicien esta semana, incluyen ataques de alto perfil contra los supuestos dirigentes del EIIL y acometidas contra sus escondites en la ciudad de Al-Raqa (en el norte de Siria), para cortar, según Cameron, la "cabeza de serpiente" de la banda terrorista.
The Sunday Times agrega que las autoridades estadounidenses han pedido a Londres que emplee los misiles Brimstone, un tipo de misil antitanque de guiado dual, en sus misiones en Siria para reducir las bajas civiles, argumentando que los dirigentes de Daesh están agazapados en zonas residenciales en Al-Raqa.
La votación del Parlamento británico sobre la propuesta de Cameron para una intervención militar en Siria se realizará pese al rechazo de buena parte de la nación británica e incluso un número de los parlamentarios, entre ellos algunos integrantes del opositor Partido Laborista (PL).
El sábado, unos 4000 británicos tomaron las calles de Londres, la capital, en protesta por el proyecto de ley presentado por el primer ministro. Portaban pancartas en las que se leía: "No bombardeen Siria" y "Los bombardeos no matan una ideología, sino la alimentan".
Los manifestantes y los organizadores de la marcha exigieron al Gobierno de Londres aprender de las amargas experiencias de las invasiones de Afganistán, Irak y Libia, donde la intervención foránea no sólo no pudo atajar la crisis, sino que provocó un gran número de víctimas civiles y desplazados.
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