• El premier británico, Boris Johnson, en una rueda de prensa tras reunión de emergencia con su Gabinete, 13 de agosto de 2021
Publicada: domingo, 15 de agosto de 2021 8:48
Actualizada: domingo, 15 de agosto de 2021 9:20

El primer ministro británico, Boris Johnson, apunta el dedo acusador a Estados Unidos y la OTAN por la espiral de violencia en Afganistán.

Tras una reunión de emergencia del Gabinete británico sobre los recientes acontecimientos en Afganistán, Johnson dijo a los periodistas que el statu quo en el país centroasiático es bastante grave.

A su juicio, los avatares en Afganistán son el resultado inevitable de la decisión del Gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, de retirar las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del territorio afgano.

Sin embargo, afirmó que, a consecuencia de la presencia militar de las fuerzas de la OTAN durante los últimos 20 años, la amenaza que representan los terroristas de Al-Qaeda en las calles de Londres, en todo el país y en el bloque occidental ha disminuido significativamente.

“Creo que fue la decisión correcta”, afirmó Johnson en defensa de la intervención militar británica en esa guerra. “Valió la pena y lo que tenemos que hacer ahora es no darle la espalda a Afganistán”, sentenció.

 

Al rechazar la solución militar en Afganistán, el premier británico señaló que hay que ser realistas sobre la capacidad del Reino Unido y cualquier otra potencia para implementar una solución militar en dicho país. “Lo que podemos hacer es trabajar con nuestros socios en la región y en todo el mundo para compartir intereses en evitar que Afganistán vuelva a convertirse en el feudo de las actividades de los grupos terroristas”, aseveró.

Según Johnson, la mayor parte del personal de la embajada británica en Afganistán abandonará Kabul en los próximos días y Londres intensificará sus esfuerzos para reubicar a los afganos que han ayudado a las tropas del Reino Unido durante los últimos 20 años.

Críticas del secretario de Defensa británico a Estados Unidos

En recientes declaraciones a Sky News, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, apuntó contra la decisión de los norteamericanos de abandonar Afganistán, calificándola de un “error” que ha dado “impulso” a los talibanes.                                             

En este sentido, advirtió que “la comunidad internacional probablemente pagará las consecuencias” y que le preocupa que Al-Qaeda recupere sus bastiones en el país centroasiático.

Wallace dijo que el acuerdo de retirada negociado en Doha (Catar) por la Administración de Trump fue un “acuerdo podrido” al que el Reino Unido trató de resistirse, y agregó que su país no tuvo más remedio que optar por el repliegue, porque la comunidad internacional tenía que actuar conjuntamente. “Cuando Estados Unidos tomó esa decisión, la forma en que todos estábamos configurados significaba que teníamos que irnos”, apostilló.

¿Qué busca EE.UU. en el territorio afgano?

En 2001, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, la OTAN, encabezada por EE.UU., puso en marcha la invasión de Afganistán.

Tanto la Alianza Atlántica como EE.UU. han reconocido el fracaso de su misión militar en el país. Después de dos décadas de conflicto, la muerte de decenas de miles de civiles, destrucción y mayores niveles de violencia y narcotráfico, son los legados de la invasión de Washington y sus aliados para los afganos.

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