Cuando se transmitía en vivo la ceremonia del 75º aniversario de la Batalla de Inglaterra en la catedral de San Pablo, el mundo vio a Corbyn que no se inclinó ante la monarca a su paso hacia la Cámara de los Lores para la inauguración oficial del curso parlamentario.
En cambio, la primera ministra Theresa May lo hizo, hecho que levantó criticas por la actitud de Corbyn, pero resulta que el laborista, al contrario que la premier, estaba siguiendo el protocolo.
Citando a fuentes parlamentarias, el diario británico The Huffington Post explica que solo cuatro funcionarios del Parlamento tienen la obligación de realizar la reverencia en nombre de las dos Cámaras, así que Corbyn siguió el protocolo pero May no.
“Este es otro ejemplo del caos alrededor de Theresa May y su equipo que no pueden mantenerla al tanto del protocolo y la etiqueta apropiados”, lamentó una fuente parlamentaria al periódico británico.
Este es otro ejemplo del caos alrededor de Theresa May y su equipo que no pueden mantenerla al tanto del protocolo y la etiqueta apropiados”, lamentó una fuente parlamentaria al periódico británico.
Hmm, @wikiguido, just looked at 2010, 2012, 2014, 2015, 2016 Queen's Speeches; no bowing from either leader. 2013 the exception.
— Damian McBride (@DPMcBride) June 21, 2017
Pero, el líder del Partido Laborista no fue el único que pudo seguir el protocolo, el ministro de Asuntos Exteriores Boris Johnson, el recién nombrado número dos de la propia May, Damien Green, y el líder de los liberal-demócratas, Tim Farron, tampoco hicieron la venia ante la reina.
El metraje de los discursos de la reina de años anteriores revelan que tampoco David Cameron se inclinó: ni en 2016 y 2015, años en los que era primer ministro, ni en 2009, cuando estaba al frente de la oposición.
May se encuentra en una situación muy difícil, tras llegar al poder después de que los británicos optaron por abandonar la Unión Europea (UE), conocido por el término Brexit.
La premier arriesgó todo convocando elecciones anticipadas con el fin de consolidar su fuerza para empezar las negociaciones sobre el Brexit, pero todo resultó al revés y la formación política que lidera, es decir el Partido Conservador, perdió la mayoría absoluta en el Parlamento ante los laboristas.
Con esa decisión, May no solo no aumentó su poder para hacer negociaciones con la Unión Europa (UE), sino que hundió a los conservadores hasta el punto que no puede formar Gobierno sin hacer coaliciones con otros partidos.
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