Cada detalle es importante. Estas son las instalaciones centrales de la ceremonia fúnebre de Sayed Hasan Nasralá en el sur de Beirut, el sufrido bastión de Hezbolá.
Es más que un funeral, es una demostración de fuerza política.
Un inmenso despliegue logístico y organizativo para movilizar a centenares de miles... Aquí, en el suburbio de Dahieh, está fresca la memoria de los ataques sionistas y de Nasralá, y al parecer intacta la moral de sus habitantes.
Entre septiembre y noviembre, este suburbio intensamente poblado fue objeto de una destrucción metódica, para infundir terror. Así lucían las calles antes del cese del fuego del 24 de noviembre. Y así se ven hoy.
Con el espíritu propio del pueblo libanés, cada destrucción impulsa una febril recuperación.
Alejandro Kirk, Beirut
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