Los integrantes de Hezbolá han afirmado, en la misiva dirigida al jeque Naim Qasem, que los enemigos de la resistencia tienen miedo de los combatientes y potencia de fuego de esta. “Anunciamos, en nombre de todas nuestras formaciones yihadistas y desde el corazón de cada combatiente de la Resistencia Islámica, nuestra renovada lealtad a Su Eminencia”, escribieron.
Los combatientes prometieron seguir el camino del exlíder del grupo, Seyed Hasan Nasralá, martirizado durante los intensos ataques aéreos israelíes contra la capital libanesa, Beirut, a fines de septiembre.
Se comprometieron a seguir “trabajando para lograr sus objetivos (de Nasralá) de apoyar a los oprimidos y preservar su voluntad de ser el escudo que protege a nuestro pueblo y a nuestra amada comunidad, salvaguardando los logros de la sangre de los mártires y avanzando con perspicacia en el camino de la resistencia, la liberación de la tierra y la expulsión de los invasores”.
Más adelante, en la declaración, los combatientes de Hezbolá afirmaron que habían acumulado suficiente potencia de fuego para enfrentarse a los enemigos de la resistencia. “Este es nuestro equipo y nuestro número, con lo que nuestro Señor nos ha capacitado y lo que nuestro enemigo teme”, dijeron.
Dijeron que habían asumido el deber de “destrozar los sueños de cada agresor, traidor y engañado, y con nuestro pueblo y comunidad, repeleremos los planes del enemigo con nuestros puños, agarrando sus gargantas, regresando con la victoria”.
La declaración se produjo en medio de la intensificación de la agresión israelí contra El Líbano, que se ha cobrado la vida de más de 3100 personas en todo el país desde octubre pasado.
Hezbolá ha estado tomando represalias contra la agresión, lanzando cientos de operaciones exitosas contra los territorios palestinos ocupados y las fuerzas israelíes que intentan avanzar en áreas del sur libanés.
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