La Sala de Operaciones de la Resistencia libanés Hezbolá aplaudió un complejo ataque con misiles y drones llevado a cabo el domingo por sus combatientes contra una base militar en Haifa, en el norte de la Palestina ocupada. La ofensiva que se cobró al menos cuatro vidas y dejó un centenar de heridos, fue la operación más letal de Hezbolá desde que el ejército israelí inició una invasión terrestre en El Líbano a principios de este mes.
El ataque con un enjambre de drones ocurrió en la región Binyamina, en el sur de Haifa. El suceso ocurrió sin que se activaran las sirenas de alerta, según el ejército israelí, que detalló que primero se disparó una salva de misiles y luego se lanzaron los drones, lo que complicó la detección y la defensa preventiva.
El ataque fue en represalia por la acometida israelí contra Beirut ocurrida el jueves, en la que murieron 22 personas. Hezbolá, dijo en un comunicado, que el objetivo de la operación fue “disciplinar a este enemigo y mostrar parte de lo que [la Resistencia libanesa] es capaz de hacer en cualquier momento y lugar que quiera”.
Mediante un comunicado, Hezbolá advirtió “que lo que ha presenciado hoy en el sur de Haifa es sólo una pequeña parte de lo que le espera [a Israel] si decide continuar el ataque contra nuestro orgulloso y querido pueblo”.
La milicia élite se burló del enemigo, diciendo que Israel pensaba que había neutralizado la “amenaza” proveniente de Hezbolá, tras ataques a posiciones de Hezbolá y asesinatos selectivos de los líderes del grupo, entre ellos Seyed Hasan Nasralá.
La milicia lanzó una advertencia contundente a Israel, diciendo que, de continuar las agresiones a los ciudadanos libaneses, “Haifa, al igual que Kiryat Shmona en el norte de la Palestina ocupada, esté en el alcance de nuestros misiles”
Después de casi un año de intercambio de fuego en la frontera, Israel intensificó sus agresiones al Líbano desde el 23 de septiembre. Los bombardeos israelíes contra zonas fuertemente pobladas del sur y este del país árabe han dejado hasta el momento más de 2300 muertos, entre ellos mujeres y niños, y han provocado el desplazamiento de alrededor de un millón de personas.
Hezbolá, a su vez, ha prometido continuar los ataques al enemigo para forzarlo detener las agresiones a la Franja de Gaza y El Líbano.
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