• Aoun reitera compromiso contra corrupción y llama a diálogo
Publicada: jueves, 24 de octubre de 2019 10:37
Actualizada: jueves, 24 de octubre de 2019 20:37

El presidente de El Líbano expresa su disposición a dialogar con los manifestantes, al mismo tiempo que reitera el compromiso de su Gobierno contra corrupción.

“La corrupción y el sectarismo han destruido el país (…) Todos los que robaron el dinero del Estado tienen que ser enjuiciados”, ha afirmado este jueves Michel Aoun, en un discurso televisado a la nación sobre las últimas manifestaciones antigubernamentales en el país árabe.  

De este modo, ha llamado a todos los partidos políticos del país a luchar contra este fenómeno, para después recordar que “plan de reforma económica” por el Gobierno representa un primer paso para salvar al país del colapso económico y financiero.

En los últimos días, El Líbano ha sido escenario de masivas protestas callejeras y huelgas por la situación económica y la subida de impuestos financieros, a pesar de que el Gobierno del país anunció el pasado lunes unas nuevas reformas para ayudar a aliviar la crisis económica del país.

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Aoun, no obstante, ha mostrado su disposición a dialogar con los representantes de los manifestantes para considerar las vías posibles para resolver los actuales propalemos, reiterando que sus “demandas no serán en vano”.

“Reconozco vuestro temor a las reformas económicas y estoy dispuesto a mantener un diálogo constructivo con vuestros representantes para escuchar vuestras demandas, para discutir posibles soluciones”, ha indicado.

La corrupción y el sectarismo han destruido el país (…) Todos los que robaron el dinero del Estado tienen que ser enjuiciados”, afirma el presidente libanes, Michel Aoun, en un discurso televisado a la nación sobre las últimas manifestaciones antigubernamentales en el país árabe. 

 

El mandatario libanés también ha advertido de que el cambio de Gobierno no puede llegar en ningún caso mediante movilizaciones en la calle, pese a que ha abierto la puerta a la introducción de “cambios en el Ejecutivo”.

El presidente árabe recibió la semana pasada a un grupo de opositores en su despacho y les prometió que haría todo lo que estuviera en su mano para solucionar los problemas de la nación.

Las protestas en El Líbano arrancaron a principios de octubre en medio del deterioro de la crisis y después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas. El descontento se arrastraba ya desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit.

Sin embargo, han ganado intensidad desde el 17 de octubre, a raíz del anuncio del primer ministro libanés, Saad Hariri, sobre los planes para introducir una tasa por el uso de la aplicación de mensajería móvil WhatsApp, que finalmente fueron retirados.

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El pasado sábado, el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, pidió a Hariri revocar los nuevos impuestos, que para muchos ha sido la gota que colmó el vaso.

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