El Departamento de Tesoro de Estados Unidos ha impuesto este martes sanciones a dos entidades, incluidas una organización supuestamente subordinada del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y una organización afiliada de la Dirección Principal de Inteligencia de Rusia, con sede en Moscú, acusándolas de “atacar procesos e instituciones electorales” estadounidenses durante los comicios de noviembre de 2024, que ganó el republicano Donald Trump.
“Los gobiernos de Irán y Rusia han atacado nuestros procesos e instituciones electorales y han buscado dividir al pueblo estadounidense mediante campañas de desinformación”, ha dicho hoy martes en un comunicado el subsecretario interino del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera de EE.UU., Bradley T. Smith.
El Tesoro ha afirmado que las entidades sancionadas, tenían como objetivo “avivar las tensiones sociopolíticas e influir en el electorado estadounidense durante las elecciones estadounidenses de 2024”.
El Tesoro identificó a la entidad iraní sancionada como el Centro de Producción de Diseño Cognitivo (CDPC, por sus siglas en inglés), y afirmó que esta entidad había planeado operaciones de influencia desde al menos 2023 para incitar tensiones entre el electorado estadounidense en nombre del Cuerpo de los Guardianes.
El último proceso electoral estadounidense estuvo marcado por repetidas acusaciones contra países como Irán, Rusia y China de intentar entrometerse en los comicios. La República Islámica, sin embargo, ha rechazado siempre tales infundios, matizando que “la cuestión de las elecciones estadounidenses es una cuestión interna de este país e Irán no tiene ninguna injerencia en este asunto”.
A fines de agosto, la Misión Permanente de Irán ante las Naciones Unidas tachó de “sin fundamento” la acusación hecha por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias de Inteligencia estadounidenses de que Teherán estaba detrás de ciberataques contra las campañas electorales para las presidenciales de 2024.
La Misión iraní ante la ONU aclaró que el poder cibernético de Irán es defensivo y proporcional a las amenazas que enfrenta la propia República Islámica, la cual también ha sido víctima de varias operaciones cibernéticas contra sus infraestructuras, centros de servicios públicos e industrias.
Las autoridades iraníes afirman que la política de Washington de imponer numerosas sanciones al país tiene como único objetivo obligar a Teherán a aceptar concesiones políticas y militares.
ftm/mkh