La cadena catarí Al Jazeera informó el miércoles que Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y docenas de organizaciones y países estaban tratando de bloquear el procedimiento de emisión de órdenes de arresto por parte de la CPI contra Netanyahu y su ministro de asuntos militares, Yoav Gallant, o al menos, presionar al tribunal con sede en La Haya para retrasarlo.
El tribunal ha estado investigando las acciones de Israel en los territorios ocupados palestinos durante los últimos tres años y, recientemente, la brutal guerra de régimen en la Franja de Gaza.
En mayo, el fiscal de la CPI, Karim Khan, afirmó que tenía “motivos razonables para creer” que los funcionarios israelíes “son penalmente responsables de los siguientes crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en el territorio del Estado de Palestina (en la Franja de Gaza) desde al menos el 8 de octubre de 2023”.
La reacción de la CPI constituye la primera protesta de este tipo contra las autoridades del aliado cercano de Estados Unidos.
En este contexto, cuando en abril surgieron informes sobre la decisión de la CPI de tomar una acción contra Israel, la administración del presidente estadounidense Joe Biden se apresuró a condenar la medida, alegando que “la CPI no tiene jurisdicción en esta situación y no apoyamos su investigación”.
Israel lanzó la guerra contra Gaza el 7 de octubre después de que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) lanzara la sorprendente operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad ocupante en respuesta a la campaña de décadas de derramamiento de sangre y devastación del régimen israelí contra los palestinos.
Desde el inicio de la ofensiva, el régimen israelí ha matado al menos a 39 090 palestinos y ha dejado heridos a otros más de 90 147. Miles de personas están desaparecidas y se presume que están muertas bajo los escombros.
msm