Cuando el presidente estadounidense ofrecía una alocución en una iglesia en el estado de Carolina del Sur, en el marco de su campaña electoral, una manifestante gritó que Biden “debería pedir un alto el fuego en Palestina”.
De hecho, mientras el mandatario hablaba del poder del odio, la asistente propalestina lo interrumpió con gritos: “Si realmente le importa la vida perdida aquí, pediría un alto al fuego en Gaza”.
Este comentario provocó cánticos de otros activistas que exigían “¡Alto el fuego ahora en Palestina, alto el fuego ahora en Palestina!”.
El mandatario estadounidense se vio obligado a dejar de hablar, hasta que los activistas propalestinos en favor de una cese al fuego en Gaza fueron escoltados fuera de la iglesia.
Desde el principio de los ataques de Israel a la Franja de Gaza, Washington ha respaldado al régimen de Tel Aviv de manera incondicional y ha vetado varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para alcanzar un alto el fuego en el asediado enclave costero.
Las críticas a la Administración del presidente Joe Biden se han disparado dentro y fuera de Estados Unidos, a medida que aumentan las víctimas civiles de los ataques indiscriminados israelíes. Muchos acusan a Biden y su entorno político de complicidad en el genocidio y crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel en Gaza.
hnb
